En su análisis de la situación por la que atraviesa la economía de España, el jefe del Ejecutivo reitera su visión de una desaceleración más fuerte de lo inicialmente prevista por el Gobierno, con un sector de la construcción especialmente débil.
De la misma forma, mantiene las previsiones que el Gobierno anunció en julio, es decir, de un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,6% para 2008 y del 1% para 2009.