Los presidentes vivos de EEUU se reúnen por primera vez desde 1981 en la Casa Blanca con el presidente electo del país, Barack Obama y el todavía saliente, George W. Bush. También acuden a la cena, Bush padre, Bill Clinton y Jimmy Carter. La idea fue de Obama, interesado en recibir consejos de sus predecesores, y el presidente Bush se mostró encantado con la sugerencia.
Según explicó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Dana Perino, la conversación entre los cinco hombres será informal y girará entorno a la experiencia de ocupar la presidencia del país, pero también puede incluir cuestiones políticas. "Seguramente, se hablará de la situación en Oriente Próximo, ya que todos ellos se han involucrado en la región", declaró Perino. "A todos nos gustaría ser moscas en la pared para poder escuchar esa conversación".
Actuar con decisión en Oriente Próximo
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, volvió a mostrar su "profunda preocupación" por la ola de violencia en Gaza, reiteró que no hará valoraciones mientras la Administración Bush siga al frente de la Casa Blanca, y garantizó que una vez asuma su cargo el próximo 20 de enero actuará "de forma inmediata" para buscar una solución que permita alcanzar una "paz duradera" en la región.
"Estoy haciendo todo lo que debo hacer para asegurar que el día que tomemos posesión estemos preparados para involucrarnos de forma inmediata e intentar manejar esta situación (en Gaza), no sólo a corto plazo sino en construir un proceso con el que podamos lograr una paz duradera en la región", afirmó Obama en rueda de prensa en Washington.
Ante la insistencia de los periodistas, insistió en que Estados Unidos no puede tener dos administraciones al mismo tiempo ocupándose de asuntos internacionales, y que por ahora su condición de presidente electo sólo le permite prepararse y seguir recibiendo informes constantes de sus asesores y de los consejeros de seguridad nacional sobre lo que está ocurriendo en la Franja.
Un nuevo cargo en la Casa Blanca
Obama anunció hoy también la creación de una nueva oficina que se encargará de controlar y dar más transparencia a los presupuestos federales y de evitar que haya "derroches innecesarios" en los programas sociales en estos momentos de crisis, puesto para el que ha designado a Nancy Killefer, una ex funcionaria de la Administración Clinton.
Obama explicó en rueda de prensa en Washington que la tarea de Killefer, que en la actualidad trabaja como directora de la consultora McKinsey & Company, será garantizar que cada dólar de impuestos que paguen los contribuyentes no sea malgastado, y su correcta administración para intentar mejorar la maltrecha economía del país.
"Incluso en los momentos de bonanza económica, no se puede ni se deberían continuar estas malas prácticas", indicó el presidente electo. "Pero en malos momentos como los que estamos viviendo ahora es absolutamente imperativo que Washington pare los gastos innecesarios y restaure la confianza de la gente en su gobierno", añadió.