Como si de un héroe de película se tratase, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, John McCain, aceptó ayer la nominación de su partido en un multitudinario encuentro que tuvo lugar en el Xcel Center de Saint Paul. En medio del griterio, el veterano de Vietnam abogó por poner fin al "constante rencor partidista" augurando que el "cambio" está a punto de llegar a Washington.
Para McCain esas rencillas "nos frenan a la hora de solventar problemas y son un síntoma de que los inquilinos de Washington trabajan para ellos mismos y no vosotros (haciendo referencia a los ciudadanos)", aclaró. "Vamos a ganar estas elecciones", sentenció a continuación.
Poner el marcha el país
"Daré la mano a cualquiera que me ayude a volver a poner en marcha este país", reconoció. "Tengo la experiencia y cicatrices para probarlo y el senador Obama, no", añadió. Por supuesto, como era de esperar, el senador de Arizona no pudo obviar sus cinco años como prisionero en una cárcel en Hanoi, al norte de Vietnam, por eso, puso de manifiesto que "me enamoré de mi país cuando fue un prisionero en otro, nunca volví a ser el mismo, era la representación de mi país".
Sin embargo, McCain no termina de levantar simpatías entre los veteranos de Irak, al menos así lo demostró un hombre que consiguió colar el cartel "quien vote por McCain no apoya a los veteranos", durante el discurso de aceptación del senador. A continuación las televisiones no dudaron en enfocar otro cartel que leía "Veteranos por McCain".
"Perder la guerra de las elecciones"
Hablando de guerras, el senador puso de manifiesto que apoyó la decisión de enviar más tropas a Irak "cuando la decisión no era demasiado popular" y admitió que aunque pudo poner en peligro su carrera presidencial, prefirió arriesgarse a "perder unas elecciones" que ver a su país "perder una guerra".
En un amplio capote para su mano derecha, la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, el senador de Arizona no pudo evitar sentirse "orgulloso" a la hora de presentar a su elección a la vicepresidencia de EE.UU pero reconoció que "no puede esperar" a presentar a Palin a la clase política de Washington. Haciendo eco de su espíritu aventurero y reformista, McCain advirtió a los "viejos, que no hacen nada y sólo se preocupan de sí mismos" que "el cambio está a punto de llegar" a la Casa Blanca.
Bajos impuestos
Con la que está cayendo sobre la economía estadounidense, McCain afirmó que "creemos en bajos impuestos, en una disciplina de gasto y en el libre mercado. Creemos en recompensar al duro trabajador y dejar que la gente controle el fruto de su trabajo". El republicano se comprometió a bajar impuestos que ayuden a las pequeñas empresas y a crear empleo. Además se mostró dispuesto a fomentar nuevos tratados de libre comercio al mismo tiempo que recortará el gasto federal.
Pese al espíritu del veterano de Vietnam por transformar Washington, nadie pudo pasar por alto los 72 años que pesan sobre la osamenta del senador de Arizona. Su andar, algo mecánico, puso de manifiesto que quizás el candidato republicano no tenga la salud de hierro necesaria para enfrentar la presidencia de EE.UU. De todas formas, la juventud parece correr en los genes familiares. Su madre, Roberta McCain, de 96 años, lejos de parecer una anciana, vitoreó entre la multitud a hijo del que reconoció "es mi ojo derecho", durante el vídeo previo al discurso.
Aún así, varios medios de comunicación parecen haber lanzado una lanza a favor del republicano al reconocer que en sectores clave, como la economía, la edad no es importante. La revista Businessweek centraba un completo reportaje en destacar cómo gurús de la talla de Rupert Murdoch, 77 de años, o Kirk Kerkorian, de 91, son capaces de manejar verdaderos imperios corporativos sin dejar que los años pasen factura. "Si ahora 60 años se consideran como 40, lo cierto es que 80 deberían considerarse los nuevos 60" reza la publicación.
"Oráculo de Omaha"
Nadie pone en duda la habilidad de mando que Summer Redstone, de 85 años, ejerce como presidente de CBS y Viacom. Tampoco se cuestionan las decisiones que Warren Buffett, más conocido como "el oráculo de Omaha", realiza a sus 78 años. Para el profesor de gestión de la Universidad de Yale, Jeffrey Sonnenfeld, "igual que no se debe usar el color de la piel como arma arrojadiza en estas elecciones, debería ocurrir los mismo con la edad de los candidatos".
Según la publicación Politico, existe "un tercio de probabilidades que McCain no llegue a cumplir los 80". De hecho según los datos Administración de Seguridad Social a día de hoy existen diez veces más probabilidades de que Obama, de 47 años, muera antes del 20 de enero de 2013, fecha en que se renovará el mandato en la Casa Blanca.