
El Salón del Automóvil de Detroit abre sus puertas el lunes con los fabricantes estadounidenses recuperando su forma para intentar alcanzar los niveles de ventas anteriores a la crisis en el sector.
Este año, los constructores de Detroit, cuna del sector automovilístico estadounidense, deben hacer gala de su buena situación. Unos 15,6 millones de coches fueron vendidos en el país el año pasado, tras un crecimiento de 7,6%. Así, el sector se recupera de la fuerte caída de 2009 y sus menos de 10 millones de coches comercializados, y apunta ahora al récord precrisis de 17 millones. "Tenemos un ciclo de alza en el sector" y "este optimismo se ve en los 'stands'", que costaron unos 200 millones de dólares, destacó Bob Shuman, presidente del Salón de Detroit.
El Salón, uno de los principales encuentros del mundo automotor junto a los de Fráncfort, Ginebra, París, Pekín o Shanghai, se inaugura oficialmente el lunes con dos jornadas consagradas a la prensa, luego días para los profesionales y finalmente abrirá las puertas al público en general el próximo sábado hasta el 26 de enero.
Para la ciudad de Detroit, hoy en quiebra, el Salón es uno de los puntos fuertes del año: "genera 365 millones de dólares al año para la ciudad, es el impacto de un Super Bowl", destacó Shuman refiriéndose a la final del campeonato americano, el evento deportivo con más espectadores en Estados Unidos.
Se esperan más de 850.000 visitantes al Salón, en el que participarán 35 constructores que presentarán una cincuentena de vehículos nuevos, de los cuales una quincena son prototipos. "Para el consumidor vemos una situación fabulosa", destacó Tom Libby, analista de IHS Automotive, a AFP. "Obtienen una gran variedad de productos fantásticos, y los precios están bajando gracias a la presión de la competencia".
La veta deportiva marca tendencia
Uno de los modelos más esperados este año va de la mano de Chevrolet, que debe presentar la versión coupé de su deportivo Corvette Stingray, el Z06. Por su parte, Porsche va a exponer su Targa 911 2015, una reedición de un modelo de los años 1960 semicoupé semidescapotable y con un aire retro. El nuevo Ford Mustang, ya presentado a la prensa, será exhibido al público por primera vez. "Será interesante ver cómo reacciona" el público, destacó Shuman.
Chrysler, filial 100% de la italiana Fiat, presentará una nueva versión de su berlina mediana Chrysler 200. "Utiliza un chasis Alfa Romeo, será un buen ejemplo de la colaboración entre Fiat y Chrysler", destacó Michelle Krebs, analista del sitio especializado Edmunds.com.
De su lado, la coreana Kia revelará un esperado prototipo deportivo, el GT4 Stinger, mientras que Mercedes presentará un prototipo de 4x4, el GLA-Class. "Seguimos observando un contraste entre los vehículos con potencia en sus motores y paralelamente un menor consumo", destaca Shuman.
Dave Sargent, de la casa de investigación JD Power, coincide y agrega que hay "más acento en el aspecto deportivo que en los últimos años". El analista destaca también la mayor presencia de prototipos que en años anteriores, signo de que "la industria tiene confianza en sí misma". "Incluso los automóviles muy rápidos registran hoy lo que considero como un consumo de gasolina decente, lo que no era el caso hace siete años", agregó.
"Habrá que ver el lugar que los pequeños coches ocuparán en el mercado estadounidense mientras los precios de los combustibles se estabilizan. Las personas regresan a los automóviles más grandes" y privilegian "el aire deportivo", mientras que con la crisis y la remontada de los precios del petróleo en 2008-2009 el público había optado por modelos más compactos. En el Salón "parece haber menos acento en los híbridos y otros vehículos con carburantes alternativos", destacó Sargent.