
El presidente Barack Obama eludió el viernes el tema de una eventual amnistía para el exaanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden y dijo lamentar los "daños innecesarios" causados por sus revelaciones a las capacidades estadounidenses de inteligencia.
"El debate es importante y necesario, pero es también importante tener presente que esto ha hecho un daño innecesario a las capacidades de inteligencia y la diplomacia estadounidenses", dijo Obama en rueda de prensa.
Interrogado acerca de la posibilidad de una amnistía para el joven -que recibió asilo temporal en Rusia- a cambio de la entrega de documentos secretos relacionados con actividades de la NSA, Obama rechazó pronunciarse, invocando la separación de poderes.
"Debo ser prudente, porque el señor Snowden ha sido inculpado" de espionaje por la justicia federal, dijo. "Es un tema que corresponde al terreno del ministro de Justicia, y a fin de cuentas de un juez y de un jurado", agregó.
El lunes, la Casa Blanca había rechazado la eventualidad de una amnistía e incluso de una negociación con el exanalista y exigido que retorne a Estados Unidos.
"Nuestra posición no cambió" sobre el caso, dijo entonces el portavoz presidencial Jay Carney.
El domingo, Rick Ledgett, un agente de la NSA, había declarado a la cadena CBS, "a título personal", que era favorable a una negociación con Snowden para lograr recuperar al menos parte de los documentos robados y filtrados por el joven.
Obama se limitó este viernes a señalar que "existe una diferencia entre lo que pueda decir el señor Ledgett y lo que dice el presidente de Estados Unidos".
Snowden habría robado unos 1,7 millones de documentos, 58.000 de los cuales filtró a la prensa, según dijo el jefe de redacción del diario británico The Guardian.
Responsables de inteligencia han dicho que las revelaciones del exanalista, hechas a través de varios medios de comunicación, han dañado seriamente las operaciones encubiertas contra grupos terroristas, a la vez que han puesto al gobierno de Obama en una posición incómoda a nivel internacional.
El miércoles, un panel de expertos comisionados por la Casa Blanca recomendó reducir el poder de la NSA, al advertir que su espionaje masivo ha ido demasiado lejos.
El reporte sugirió que la NSA detenga su recolección de registros telefónicos en Estados Unidos y pidió un mayor escrutinio de la vigilancia de líderes mundiales y más garantías de privacidad a extranjeros.
Obama prometió pronunciarse en enero respecto a este informe.