
El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, ha trasladado su preocupación por la reciente ley de manifestaciones a su homólogo egipcio, el ministro de Defensa, Abdel Fatá al Sisi, en una conversación telefónica, según el portavoz del Pentágono, Carl Woog.
Hagel ha enfatizado a Al Sisi que la ley de manifestación y todas aquellas que impliquen la libertad de expresión pondrán a prueba su "compromiso con una transición sostenible, democrática, inclusiva y no violenta".
La norma impone duras sanciones económicas para las congregaciones de manifestantes no autorizadas. Además, habilita a las fuerzas de seguridad a emplear balas de goma "sin condiciones" contra los manifestantes.
La ley ha sido muy criticada tanto por Naciones Unidas y el Gobierno estadounidense como por grupos de defensa de los Derechos Humanos, que no han dudado en calificarla de "represiva", puesto que no protege el derecho a la libertad de reunión.
Hagel, uno de los principales interlocutores entre Washington y El Cairo por sus estrechos lazos militares, también ha expresado su preocupación por la detención de Ahmad Maher, un símbolo de las movilizaciones que depusieron al expresidente egipcio Hosni Mubarak en febrero de 2011 y por la condena a once años de prisión contra 21 mujeres por participar en manifestaciones violentas en favor del exmandatario islamista Mohamed Mursi. Siete de ellas eran menores de edad, siendo la más pequeña de tan solo 15 años.
En la conversación telefónica, el jefe del Pentágono y Al Sisi han hablado sobre la nueva Constitución egipcia, que será sometida a referéndum en diciembre, y que, entre otras cosas, fortalece el poder del Ejército, prohíbe los partidos políticos religiosos y certifica la vuelta de los juicios militares a civiles.
El terrorismo, la seguridad marítima y fronteriza, la seguridad regional, el conflicto de Siria y el acuerdo nuclear con Irán han sido otros de los temas abordados en la conversación telefónica entre ambos dignatarios.