
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha condenado la reciente ola de violencia que ha azotado la capital de Libia, Trípoli, donde han muerto en diversos altercados más de medio centenar de personas, y ha llamado a encauzar una transición pacífica.
"Los libios no arriesgaron sus vidas en la revolución de 2011 para que la violencia se perpetúe", ha señalado Kerry en un comunicado, en alusión a los levantamientos y la posterior guerra civil que depuso al exlíder libio Muamar Gadafi.
"Si un pueblo libre va a continuar teniendo éxito a la hora de forjar un país pacífico, seguro y próspero con un Gobierno basado en el Estado de Derecho y en el respeto a los Derechos Humanos, entonces no puede haber lugar para este tipo de violencia en la nueva Libia", añade Kerry.
El jefe de la diplomacia estadounidense reconoce que las autoridades libias están afrontando "retos significativos en la transición democrática", si bien lamenta que se ha derramado "demasiada sangre" en este periodo, según el portal de noticias Politico.
SITUACIÓN EN TRÍPOLI
Los enfrentamientos armados han continuado este sábado después de que al menos 43 personas murieran y unas 460 resultaran heridas en los choques que siguieron a los disparos efectuados por milicianos procedentes de Misrata contra los asistentes a una protesta contra la presencia de estos grupos armados en Trípoli, según el último balance oficial.
Tres milicianos procedentes de la ciudad de Misrata han muerto y al menos 45 han resultado heridos en combates registrados en el este de Trípoli entre milicianos y las fuerzas de seguridad libias, según el periódico local 'Libya Herald'.
Las autoridades libias han declarado este sábado el estado de emergencia en Trípoli para los próximos dos días, mientras que el Ayuntamiento de la capital ha convocado una huelga general de tres días de duración, coincidiendo con los tres días de luto por los enfrentamientos del viernes entre manifestantes y milicianos.