
El Congreso de Estados Unidos apenas ha resuelto ningún tema trascendental desde 2010, y ha sido incapaz de completar lo que una vez fueron responsabilidades básicas sobre carreteras, escuelas, granjas o el correo del país. Pedir a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y al Senado, bajo control demócrata, que se pongan de acuerdo en una acción militar - ya un asunto controvertido en el seno de ambos partidos y de enfrentamiento entre ellos - inyecta una nueva dosis de incertidumbre en la reacción de Washington a la crisis de Siria. Obama pedirá autorización al Congreso para tomar acciones militares en Siria
Dado que el Congreso no empezará a debatir hasta el 9 de septiembre como muy pronto, la pregunta sobre la política en Siria quedará suspendida durante semanas, subrayada por un debate emotivo y probablemente agrio.
Eso quedó patente el sábado inmediatamente después de que el presidente Barack Obama anunciara por sorpresa que pediría autorización para ejecutar ataques militares limitados en Siria al Congreso, muchos de cuyos miembros, según se ha quejado él mismo, se oponen automáticamente a cualquier cosa que él proponga.
Nadie con conocimiento del Congreso estaba dispuesto a predecir con confianza cómo lidiarían las Cámaras con una resolución para permitir ataques en Siria.
La incertidumbre se intensifica por la relación de Obama, a menudo tensa y distante, con el Congreso.
Un asesor demócrata de la Cámara de Representantes, bajo condición de anonimato, dijo que la "votación dependería de los republicanos" porque los demócratas "estarán divididos a la mitad".
Cuando se le preguntó qué resultado se podría obtener en las votaciones en las dos cámaras, el senador republicano Bob Corker de Tennessee dijo que pensaba que podía ser "problemático".
Francia: "No podemos ir solos"
El ministro del Interior francés, Manuel Valls, ha pedido a la comunidad internacional que forme una coalición para intervenir en la guerra en Siria porque el país no puede afrontar esta clase de operaciones en solitario.
"No podemos ir solos", hizo saber Valls durante una entrevista al medio galo Europe 1 en la que indicó, no obstante, que la intervención es una medida "necesaria".
"Estamos entrando en una nueva fase. Es la hora de actuar", declaró Valls, en referencia a la decisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de someter su propuesta de intervención en Siria a la decisión del Congreso de EEUU.
Los ciudadanos, en contra
La población de EEUU, Reino Unido y Francia, sin embargo, se oponen a la intervención.
Así, la mayoría de los estadounidenses aún no quiere que su país intervenga en la guerra civil de Siria, aunque el apoyo para una acción semejante aumentó desde que ocurrió un supuesto ataque con armas químicas cerca de Damasco la semana pasada, según un sondeo de Reuters/Ipsos. La encuesta deja en claro cuánto tiene que trabajar el presidente Barack Obama para ganar el apoyo del público -cansado de las guerras- para una acción militar en momentos en que el mandatario presenta argumentos de que el jefe de Estado sirio, Bashar el Asad, debe ser responsabilizado por el ataque que Washington dice causó la muerte de más de 1.400 personas.
Un 53% de los encuestados esta semana dijo que Estados Unidos no debería intervenir en la guerra civil siria, desde el 60% de la semana pasada. Apenas un 20% afirmó que Washington debería tomar acciones, pero la cifra subió desde el 9% de la semana anterior.
Más aún, un 60 % de los británicos se opone a la participación del Reino Unido en un posible ataque a Siria, según una encuesta divulgada por The Observer.
Los galos son los que están más en contra. Un 64% de los consultados se opone a una intervención, un 58% no tiene confianza en las habilidades de Hollande para guiar la situación y un 37% considera que un posible ataque a Siria podría "prender fuego a la región entera", según el sondeo de BVA divulgado por Le Parisien.