
Ariel Castro, el hombre acusado del secuestro de tres mujeres en Cleveland (Ohio, Estados Unidos) durante casi una década, ha sido condenado a cadena perpetua sin posibilidad de recurso tras alcanzar un pacto con la fiscalía para evitar la pena de muerte. El secuestrador de Cleveland se reconoce culpable para evitar la pena de muerte
El pacto supondrá que Castro pasará el resto de su vida en la cárcel y no tendrá posibilidad de solicitar su libertad condicional. Castro ha evitado ir a juicio para evitar ser condenado a la pena capital, ya que entre los 977 cargos que pesaban sobre él, había dos por homicidio por la interrupción del embarazo de una de las rehenes.
Castro secuestró a las tres mujeres -Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina "Gina" DeJesus- en un periodo de dos años a partir de 2002. Con una de ellas, Berry, tuvo una hija que tiene actualmente seis años. Las cuatro fueron liberadas el pasado mes de mayo, después de que una de ellas pidiera ayuda a un vecino aprovechando una salida de su secuestrador.
"No soy un monstruo, solo estoy enfermo"
"No soy un monstruo, solo estoy enfermo", ha asegurado el condenado, que se ha definido como un adicto al sexo y a la pornografía. "Tengo una adicción, como un alcohólico tiene una adicción", ha reconocido.
"Creo que soy adicto a la pornografía hasta el punto de que me hace impulsivo y perder la cabeza", ha asegurado. "No intento poner excusas. Soy una persona feliz por dentro", ha admitido, según la cadena CNN.