
El presidente estadounidense, Barack Obama, viajó a Oklahoma (centro-sur), donde expresó el respaldo de su gobierno a los miles de damnificados por el gigantesco tornado que la semana pasada dejó 24 muertos y 377 heridos, además de daños para los cuales la gobernadora le solicitó ayuda federal.
"Cuando decimos que sostendremos vuestra espalda, prometo que mantendremos nuestra palabra", dijo Obama mientras permanecía de pie en frente de las ruinas de la escuela primaria Plaza Towers, en la pequeña ciudad de Moore, un suburbio de Oklahoma City, epicentro del poderoso tornado que la semana pasada castigó a la región.
Obama partió de Washington un poco antes de las 10H00 local (14H00 GMT) para un vuelo de tres horas hasta el estado devastado por el tornado, en donde departió con sobrevivientes y socorristas, para luego recorrer las zonas más afectadas por el tornado en esa región.
A la sombra de una montaña irreconocible de metal retorcido y maderas, donde muchos de los 10 niños víctimas de la tormenta perdieron la vida, Obama elogió la respuesta local "de los meteorólogos que emitieron las advertencias, a los primeros socorristas que cavaron entre los escombros y a los profesores que protegieron con sus propios cuerpos a sus alumnos".
También, elogió a los que ofrecieron refugio a las personas cuyos hogares fueron destruidos.
"Esta es una comunidad fuerte. Con carácter fuerte. No hay duda de que van a recuperarse, pero necesitan ayuda", dijo el presidente, para acotar que esa ayuda es necesaria "si vemos el tipo de devastación que estamos viendo aquí ahora".
En declaraciones a CNN este domingo, la gobernadora Mary Fallin dijo que está buscando ayuda para el estado de parte de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).
"Lo que necesito es la capacidad de conseguir pasar a través de la burocracia, la capacidad de lograr que los fondos del FEMA lleguen aquí rápidamente y obtener los servicios que los ciudadanos necesitan para ayudarles a recuperarse de este terrible desastre", dijo la gobernadora, parada delante de una montaña de metal retorcido, ladrillos y maderas.
"La cantidad de escombros, como se puede ver detrás de mí, es enorme. No se trata sólo de un par de casas con techos arrancados," dijo Fallin.
"Este es un campo de escombros vasto. No son sólo un par de cuadras. Son millas. Es de 17 millas (27 kilometros) de largo, casi una milla y media (2,4 kilometros) de ancho", precisó.
El tornado fue uno de los más poderosos de los últimos años, dañando o destruyendo 1.200 casas y afectó directamente a unas 33.000 personas, según un reciente balance oficial. Los daños se estiman inicialmente en alrededor de 2.000 millones de dólares.
La ciudad de Moore sufrió un desastre similar cuando un poderoso tornado la azotó en 1999, matando a 41 personas.
Está previsto que se realice un funeral público al final de la tarde en esta pequeña comunidad, donde también se esperaba que Obama haga un balance de la destrucción en la zona y evaluar las tareas de limpieza necesarias.
El presidente estadounidense, Barack Obama, viajó a Oklahoma (centro-sur) este domingo para ver la devastación causada por el monstruoso tornado de la semana pasada que mató a 24 personas, ya que el gobernador solicitó ayuda federal para los miles de damnificados por el desastre.
El tornado fue uno de los más poderosos de los últimos años, dañando o destruyendo 1.200 casas y afectó directamente a unas 33.000 personas, según un reciente balance oficial. Los daños se estiman inicialmente en alrededor de 2.000 millones de dólares.