Estados Unidos

La recuperación económica de EEUU pone en cuarentena la campaña de Romney

La recuperación económica de EEUU pone en cuarentena la campaña de Romney. Foto: archivo

Mitt Romney, el alumno aventajado de los republicanos, ha orquestado su campaña alrededor de su experiencia como gestor y empresario, un hándicap que le perfila como el pupilo perfecto para tomar las riendas de una economía todavía frágil y batirse en duelo con el presidente, Barack Obama.

Sin embargo, como bien puso de manifiesto el Supermartes electoral, tanto Rick Santorum como Newt Gingrich supieron conquistar a los estados sureños gracias a su propuesta social, un campo donde el ex gobernador de Massachusetts todavía flaquea. Con la vista puesta ya en Mississippi y Alabama, la causa moral podría eclipsar de nuevo el discurso económico de Romney, y sembrar más dudas entre su partido de cara a la nominación del próximo agosto.

227.000 nuevos empleos

En estos momentos, Romney se encuentra en una encrucijada importante. No hay que pasar por alto que el pasado viernes, la Administración Obama volvió a apuntarse un importante tanto después de que la economía estadounidense sumara un total de 227.000 empleos durante el pasado mes de febrero. Con una tasa de paro que se mantiene en el 8,3 por ciento y tres meses consecutivos creando más de 200.000 puestos de trabajo, el mensaje económico del republicano podría verse amenazado.

"Con unos resultados tan positivos, la política económica del presidente Obama será validada por el electorado", reconoce a este periódico Marcus Bullus, director de inversiones en MB Capital. "Los datos demuestran que estamos en una recuperación sostenible con la economía saliendo del atolladero sin necesidad de una ronda de estímulos", añade. Es decir, el recién heredado optimismo obliga al exgobernador de Massachusetts a replantear su estrategia, donde el estado económico del país juega un papel esencial.

Hasta la fecha, el que se perfila para convertirse en el elegido por los republicanos para intentar recuperar la Casa Blanca en noviembre ha intentado eclipsar los buenos datos de empleo al asegurar que muchos ciudadanos se han dado por vencidos en su búsqueda de trabajo. Por eso, la tasa de paro se ha reducido considerablemente en los últimos meses.

"Lamentablemente... casi 24 millones de estadounidenses siguen desempleados, subempleados o han dejado de buscar trabajo" afirmaba el candidato republicano. Aun así, los niveles de participación dentro del mercado laboral mejoraron el mes pasado en dos décimas, hasta alcanzar el 63,9 por ciento. Si estos niveles volvieran a mejorar durante los próximos meses, Romney podría ver como su mensaje electoral se desmorona.

Mejoría en la economía

De momento, Eric Fehrnstrom, uno de los asesores de la campaña de Romney, explicó al Washington Post que el candidato espera que la economía mejore de aquí a noviembre. "Eso no cambia el hecho de que el presidente Obama y sus políticas han prolongado el sufrimiento experimentado por millones de estadounidenses que todavía están luchando para sobrevivir en esta mala economía", dijo. Al fin y al cabo, si los datos macroeconómicos mejoran pero la tasa de paro se mantiene sobre el 8 por ciento, el exgobernador siempre podrá culpar al actual presidente de no haber conseguido una recuperación lo suficientemente fuerte.

"Las elecciones serán un referendo sobre la economía en lugar de una clásica elección de los candidatos y sus ideologías", reconoce William A. Galston, analista político del Instituto Brookings. "Pese a la mejora de la economía, cualquier traspiés de los datos macro en los próximos tres trimestres podrían hacer que el presidente pierda las elecciones", asegura.

Todavía es pronto para cantar victoria y Romney centra ahora todos sus esfuerzos en las próximas primarias en Mississippi y Alabama, que se celebran mañana, martes. Su victoria en seis estados, incluido Ohio, durante el Supermartes, le ayudó a seguir acumulando delegados, alrededor de 217 de los 437 en juego, pero no la confianza del partido. Ahora, el ex gobernador de Massachusetts tendrá la oportunidad de demostrar su capacidad de conectar con parte del electorado más conservador.

Es cierto que, en teoría, los votantes del sur, moralmente conservadores, centran buena parte de su atención en el mensaje moral y social de los candidatos, pero en esta ocasión también escucharán con atención los planes económicos de los candidatos. Es aquí donde Romney podría aprovecharse y anular el mensaje social de Santorum y Gingrich.

Para Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia, "la victoria de Romney depende de la división que existe a día de hoy entre los conservadores".

"Tanto Santorum como Gingrich están luchando muy duro por conseguir el voto del sur", explica al Christian Science Monitor.

Sin embargo, ninguno cuenta con un mensaje económico sólido, lo que propicia unas "circunstancias ideales" para el exgobernador y aspirante Mitt Romney.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky