"Los protestantes de Wall Street se comportan como un grupo de niños mimados" afirmaba hoy un artículo publicado en el Daily News, un periódico local neoyorquino. Al mismo tiempo, el International Business Times tildaba la ocupación del Liberty Park como "un ejercicio sin objetivos y sin sentido". Por su parte, Joanna Weiss escribía en el Boston Globe que "es difícil tomarse una protesta en serio, cuando ésta se asemeja más a un circo". Mientras tanto en el interior de la New York Stock Exchanges, en el número 11 de Wall Street, varios traders miraban embobados una y otra vez el vídeo de YouTube donde se puede ver como un policía gaseaba o detenía violentamente a los allí presentes.
Dice el refrán que siempre hubo clases y clases. Cierto es que aunque la sociedad estadounidense tenga sus reservas en cuanto a protestas sociales se refiere, salvo excepciones como el Tea Party y su garantizada cobertura mediática gracias a Fox News, el movimiento Occupy Wall Street ha puesto de manifiesto que en esto de las manifestaciones, la apariencia importa.
Sólo hay que referirse a los hechos. Ayer martes, más de 700 pilotos aéreos de Continental y United Airlines invadieron en una manifestación silenciosa la calle aledaña al mítico edificio de la Bolsa de Nueva York, actualmente sitiado por policías, vallas y demás medidas de seguridad.
"La fusión implica más que pintar nuestros aviones", rezaba una de las pancartas, mientras uno de los pilotos, completamente uniformado, explicó "la dirección está destruyendo la aerolínea". En esta clase de eventos, las comparaciones son odiosas pero es cierto que varios periódicos no dudaron en echar mano de la coletilla "al contrario que las protestas del movimiento Occupy Wall Street", los pilotos se manifestaron de forma ordenada y en silencio.
La actriz Susan Sarandon, el director de cine Michael Moore, quien además habló largo y tendido con Piers Morgan sobre las protesas de Wall Street, el apoyo vía Twitter del actor Alec Baldwin o el filósofo Noam Chomsky, han conseguido mediatizar en cierta forma la ocupación de Liberty Plaza, sin embargo, la prensa y los medios de comunicación de EEUU siguen sin tomarse en serio este movimiento. "Sólo porque está en las redes sociales, no quiere decir que sea real", afirmaba L. Gordon Crovitz, en el Wall Street Journal.
Un manifiesto contundente
Quizás, escribe Carne Ross, fundador de Independent Diplomat, en el Huffington Post, el gran problema de Occupy Wall Street es la falta de un manifiesto contundente, que de un sentido y unos objetivos fundamentales al movimiento. A continuación, reproducimos una serie de consejos que Ross esboza como un buen fundamento para captar realmente la atención pública y política sobre este movimiento.
1. El pasado. Exigimos una investigación independiente sobre la crisis del crédito, y si es necesario, el procesamiento de los culpables de engaño o fraude. La investigación debe dar nombres, identificar las lecciones aprendida y que los responsables cumplan algún tipo de condena por lo ocurrido.
2. El futuro. Exigimos una legislación bancaria eficaz para frenar el exceso de riesgo pero que también garantice el crédito a las pequeñas empresas, en tiempos difíciles.
3. En particular, estas reformas deben incluir lo siguiente: Requisitos para una mayor reserva de capital de alta calidad; la separación entre la banca comercial y la banca de inversión; iniciativas que fomenten y apoyen a la banca local, cooperativas y micro-créditos para las empresas locales y estatales.
4. La política. Uno de los problemas del sistema actual es que los grandes bancos disfrutan de un acceso sin límites al sistema político. Esto inclina a los políticos a satisfacer las necesidades de los grandes bancos frente a los ciudadanos. Exigimos la igualdad de acceso: en particular, la Administración debe proporcionar una lista completa de todas las reuniones con los representantes de los bancos de Wall Street con la Casa Blanca, la Reserva Federal y otros funcionarios gubernamentales. Exigimos la igualdad de acceso para poner las necesidades del público sobre la mesa.
5. Animamos a todos a adoptar un mejor y renovado sistema bancario. Debemos retirar nuestro dinero de los bancos que apuestan agresivamente por sus propios intereses y dejan de lado al público. En cambio, deberíamos depositar nuestro dinero en los bancos locales y comunitarios así como cooperativas de crédito. También vamos a trabajar con los banqueros y otros partidarios para establecer un nuevo banco nacional de cooperativas, en manos de por sus participantes, no de los accionistas.