Estados Unidos

Obama nombra a la primera mujer hispana al mando de la Corte Suprema

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha nombrado este martes a Sonia Sotomayor, jueza de ascendencia puertorriqueña afincada en Nueva York, como magistrada del Tribunal Supremo de Estados Unidos.

Sonia Sotomayor ocupará la vacante que dejará David Souter en verano.

La magistrada, de 54 años y graduada por la Universidad de Yale, trabaja actualmente en el segundo circuito de la Corte de Apelaciones de Nueva York.

La jueza Sotomayor, que cumplirá 55 años en junio, se convierte de esta manera en la primera mujer hispana que se sienta en el más alto tribunal de Estados Unidos.

Una carrera brillante

Licenciada cum laude en Derecho por la universidad de Princeton en 1976, obtuvo su doctorado en 1979 en Yale. Su vocación se despertó viendo la famosa serie televisiva sobre el abogado Perry Mason en su niñez, explicó en una ocasión.

Divorciada, sin hijos y apasionada de su trabajo, "Sotomayor a menudo habla de los tribunales como del último refugio de los oprimidos", asegura una de las publicaciones especializadas del mundo legal estadounidense, el Almanaque Judicial Federal.

Pero Sotomayor es también conocida por su lado pragmático desde que fue nombrada, en 1992, juez federal en Nueva York por el presidente George Bush, precisamente por su origen hispano y su brillante currículum profesional.

En 1998 ascendió a juez del Segundo Circuito de la Corte de Apelaciones. "No voy a poder perder mucho tiempo con altos ideales. No me olvido de que son importantes, pero tampoco pierdo de vista el hecho de que el 95% de los casos que llegan ante los jueces son muy ordinarios", explicó Sotomayor en una entrevista en 1992.

"Los casos que provocan cambios importantes no llegan todos los días. Pero lo que litigan sí que viven pendientes de su caso, y tampoco pierdo eso de vista", añadió.

En la Corte Suprema, donde podrá guardar su cargo de forma vitalicia, Sotomayor tendrá por fin la oportunidad de dictar sentencias que sí acostumbran a marcar cambios clave en la vida diaria de los estadounidenses.

Para ello tendrá que trabajar con los otros ocho jueces de la Alta Corte, entre los cuales sólo hay otra mujer.

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