Entre rescates, quiebras y estímulos parece que los díscolos locales para caballeros siguen siendo un negocio seguro en EEUU. La industria del sexo se ha convertido en el mejor cobijo para ahogar las penas de los miles de desempleados que ha dejado el derrumbe de Wall Street.
Qué mejor que un exótico masaje o un buen 'lap dance' para subir la moral de aquellos que han perdido su trabajo o peor aún que todavía lidian con los devenires de la crisis.
Pese a que entre el 50% y el 60% de la clientela de estos locales pertenece a la industria financiera, la epidemia de pérdidas todavía no se ha trasladado a estos clubs. ¿Estarán pagando los contribuyentes norteamericanos las díscolas escapadas de los todavía ejecutivos del sector bancario?, quien sabe.
Sin embargo, es cierto, que Rick's Cabaret International, uno de los puntos de encuentro más reconocidos entre los directivos a lo largo y ancho de EE.UU atrajo el año pasado hasta 70.000 clientes hasta sus 19 locales. Una de sus bailarinas, que atiende al nombre de Margo, asegura en un foro de Internet que "esta noche le estaba dando un masaje a un cliente, al comentarle que tenía muchos nudos en el cuello me respondió que trabajaba en Wall Street".
Un incremento del 87%
Rick's cosechó el año pasado ingresos por valor de 60 millones de dólares, lo que supone un incremento de casi el 87% en comparación con las cifras de 2007. La revista Forbes apunta que AdultVest, el primer hedge fund dedicado integramente al entretenimiento para adultos aumentó sus ingresos cerca de un 50 por ciento en 2008.
Sudhir Venkatesh, sociólogo de la Universidad de Columbia, explicó a la revista New York que mientras los clubs de striptease podría llegar a registrar pérdidas a medio plazo, quien saldrá verdaderamente beneficiado de todo este asunto será la industria de prostitución de lujo. Con precios que alcanzan 2.000 dólares a la hora, Venkatesh apunta que realmente son estas señoritas las encargadas de "hacerse cargo de las necesidades físicas y psicológicas de sus clientes".
Curiosamente, ni las claúsulas del plan de rescate financiero ni del plan de estímulo económico hacen referencia a esta habitual práctica dentro del sector financiero norteamericano. Seguramente los recortes de gastos en muchos de los bancos norteamericanos provoque un 'boom' en las compañías de porno online, que con la crisis también están haciendo su agosto.