Pruebas

Ford Kuga 1.5 EcoBoost 150 Titanium: una buena alternativa en el segmento más dinámico

Si nos encontramos por la calle con un Ford Kuga de última generación, sobre todo si va equipado de las ruedas "grandes" de 18 pulgadas, seguro que no nos pasa desapercibido. Elegante, refinado y con las dimensiones necesarias para estar en el segmento de moda, llama la atención solamente con su presencia.

Pero detrás de ésta, hay mucho más. Para empezar, el modelo SUV de Ford de segunda generación ha recibido recientemente la nueva tecnología de motores desarrollados por la marca, lo cual le da un nuevo motivo de interés al ser mecánicas más brillantes y a la vez eficientes.

Suave y silencioso

Nos vamos a centrar en la versión de gasolina de 150 caballos con tracción 4x2 a las ruedas delanteras, la más actual según las últimas tendencias del segmento. Este nivel de potencia, y el ahorro que supone disponer de una transmisión convencional pone a tiro un coche muy completo. Cómodo, bien equipado -sobre todo en esta versión Titanium-, con un interior bien aprovechado y mejoradas prestaciones, a priori el Kuga lo tiene todo para destacarse como una buena opción de compra en su clase, la que más ha crecido en los últimos años.

Pero no vamos a anticipar acontecimientos y vamos a analizar objetivamente al Kuga. Tras el arranque, el motor nos da la primera sorpresa: apenas se escucha en el interior.

Muy suave y silencioso, el EcoBoost de cuatro cilindros responde en una gama muy amplia de utilización y de forma muy progresiva. El cambio manual de seis relaciones, rápido y preciso en su juego, ayuda a mantener las revoluciones correctas y nos indica mediante una flecha en el cuadro de instrumentos cuando tenemos que engranar una marcha superior para ahorrar combustible.

Por todo ello la conducción del Kuga es muy satisfactoria. Tanto en ciudad, donde la respuesta a bajo régimen es apreciable, como en carretera, donde los 150 caballos son suficientes para mantener buenos cruceros en viaje y con el coche cargado. Al final de nuestra prueba, el consumo general, sin ser excepcionalmente bajo, se mantiene en unos niveles muy aceptables para tratarse de un bloque de gasolina con una potencia ya considerable. Teniendo un poco de mesura en las aceleraciones, es fácil mantenerlo por debajo de los 8 litros a los cien kilómetros. Este dato es suficiente para decidirse por esta versión de gasolina frente a su homóloga diésel si no se van a hacer muchos kilómetros ya que para rentabilizar la diferencia de precio del motor de gasóleo deberemos superar de largo los 60.000 kilómetros para llegar a amortizarlo.

Equipo tecnológico

Si el comportamiento del motor y la transmisión nos convencen rápidamente, el aspecto dinámico hace otro tanto. Sorprende en un coche con suspensiones claramente enfocadas a la comodidad que en el paso por curva el chasis guarde una estabilidad excelente. Las ayudas electrónicas de la transmisión y un chasis muy bien puesto a punto mantienen muy bien al coche sobre su trayectoria. Ello transmite confianza y apreciamos asimismo unos frenos de acertado tacto y eficaces en su cometido. Para rozar la perfección desearíamos quizá una dirección un poco más directa y precisa en carreteras reviradas, pero en su desmultiplicación se ha optado por primar la comodidad de manejo. Por todo, el Kuga resulta un coche muy agradable de conducir para su conductor y especialmente cómodo para los pasajeros, que apreciarán tanto su buen filtrado de suspensión como su sobresaliente insonorización.

En el interior, su diseño inspirado en los nuevos terminales móviles resulta muy moderno. Dispone de una imponente consola central con numerosos pulsadores, quizá demasiados para una correcta ergonomía al volante, y una pantalla de navegador que se nos antoja un poco lejana y de tamaño pequeño en relación a las últimas tendencias en este apartado.

En su segunda generación, el Kuga ganó en espacio interior y se dotó de un asiento posterior de respaldo modulable. Sin ser de lo mejor entre los de su clase en cuanto a habitabilidad, el espacio disponible es el adecuado para viajar en familia y el asiento trasero permite tres plazas adultas con una cota adecuada para las piernas. Los 456 litros de capacidad del maletero son suficientes para el equipaje habitual y el piso puede configurarse plano -aunque ligeramente inclinado- para una mayor comodidad al cargarlo.

El sistema de apagado automático del motor Start&Stop, los limpiacristales atomáticos, la climatización bizona, el portón trasero de apertura eléctrica o la conectividad a bordo que incluye el Bluetooth son algunos ejemplos de un equipamiento que pone aún más en valor lo completo de este coche. Eficaz, dinámico y tecnológico, es un SUV a tener en cuenta a la hora de elegir entre los principales candidatos de la categoría.

Ficha técnica

Motor: turbodiésel 4 cilindros, 1.597 cc

Potencia: 150 CV a 5.700 rpm

Par motor: 240 Nm a 1.600-4.000 rpm

Consumo mixto oficial: 6,2 l/100 km

Transmisión: delantera, manual, 6 velocidades

Dimensiones: 4,525 m / 1,840 m / 1,745 m

Maletero: 455/1.655 litros

Velocidad máxima: 195 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 9,7 segundos

Precio: 25.500 euros

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