Pruebas

BMW X4 30d: todocamino sí, pero diferente a los demás

El BMW X4 30d es un SUV con aires deportivos, divertido de conducir y que pone especial cuidado en el apartado del diseño. ¿Menos práctico y menos todocamino que la mayoría? Puede ser, pero esa no es su batalla. Este BMW juega en otra liga.

El BMW X4 es la cuarta entrega de la saga 4 de BMW. Tras esta redundancia se esconde un vehículo con aire de todocamino -sólo aire-, que se asienta sobre la plataforma del X3 y que pretende llamar la atención de aquellos clientes inconformistas asentados en el mundo SUV. Inconformistas, porque huyen del camino marcado, no quieren respetar las reglas propias del segmento. Y esto es precisamente lo que hace el X4, romper ese listado de argumentos típicos para ofrecer los suyos propios, que pueden llegar a ser muy convincentes.

A un todocamino se le presupone una imagen robusta, una postura de conducción elevada y mucha versatilidad. Cuando se le pregunta a los usuarios acerca de los motivos que les llevan a preferir este tipo de coches por encima de otros, los tres conceptos citados son los primeros que suelen salir a la palestra. El BMW X4 que estamos probando responde a los dos primeros, pero al tercero no tanto. No es que vaya mal servido de espacio, pero ese diseño coupé con una pronunciada caída del techo en la parte trasera le hace perder cierta altura en las plazas traseras frente a, por ejemplo, un X3.

Tampoco le gusta excesivamente salir del asfalto porque, a pesar de la tracción integral, tiene un tacto de suspensión enfocado claramente a la conducción en carretera. Es más, está preparado para rodar de forma ágil y ofrece hasta un punto picante que no es muy habitual en su segmento.

Lo que tenemos entre manos es un SUV con maneras de berlina, que presta especial atención al diseño y que no se conforma con la simple idea de ser un coche grande y práctico. Va más allá. Abre un nicho de mercado minoritario en el que sólo le pueden hacer frente modelos de la talla del Porsche Macan. La exclusividad es su mayor seña de identidad, no es uno más del montón.

Un motor potente

De todas las opciones disponibles hemos elegido el diésel de potencia intermedia. Se trata de un motor de seis cilindros, con 3,0 litros y 258 CV, que mueve al coche realmente bien. Tanto es así que no vemos motivo aparente para decantarse por el siguiente escalón (35d, 313 CV) porque su respuesta es muy buena en toda circunstancia y regala al conductor una capacidad de aceleración que roza la deportividad. Este propulsor va asociad o a la eficaz transmisión automática de 8 velocidades y, si acaso, su consumo puede penalizar cuando se conduce alegremente.

Nos gustaría comparar este motor con el diésel que abre la gama, que es el 2.0 de 190 CV y 4 cilindros de la versión 20d. De momento no tenemos referencias, así que no podemos emitir un juicio de valor, pero el más pequeño de los propulsores de gasóleo apunta maneras de convertirse en uno de los más equilibrados -si no el más- por su relación entre prestaciones, precio y consumo.

Divertido de conducir y suficientemente amplio

Que sea un coche grande y relativamente pesado no quiere decir que sea aburrido. Y es que, como decíamos unas líneas antes, el BMW X4 30d ofrece una sensación de agilidad impropia del segmento. No queremos decir con esto que tenga tacto deportivo en sentido estricto -como sí lo pueda tener el Porsche Macan-, pero sí puede hacer que el conductor se divierta bastante en carreteras de todo tipo, incluso reviradas. El chasis está muy lejos de tener una puesta a punto burguesa, más bien pretende rescatar esa idea de 'te gusta conducir' que parece haber caído en el olvido en algunos modelos de última hornada de la marca.

Con respecto al interior, quien busque grandes dosis de espacio y de altura libre al techo en todas las plazas, quizá deba recurrir al X3 o incluso a otros SUV de la competencia. El X4 se centra en el diseño y, por ello, ve mermadas algunas capacidades interiores. No obstante, es suficientemente amplio como para que personas de 1,80 metros no rocen con la cabeza en los asientos traseros y ofrece un maletero de 500 litros que no es líder por su capacidad pero tampoco está nada mal.

Sobre el precio, el BMW X4 30d parte de 60.400 euros. Está a 3.750 euros de un X3 30d -por encima- y a 6.700 euros de un X5 30d -por debajo-. Parece un precio equilibrado dada su posición y enfoque dentro de la marca. No obstante, su rival de Porsche sólo cuesta 3.700 euros más, y esto sí que puede ser un problema...

FICHA TÉCNICA

Motor: diésel

Cilindrada: 2.993 cc

Potencia: 258 CV a 4.000 rpm

Par motor: 560 Nm a 1.500-3.000 rpm

Consumo mixto: 5,9 l/100 km

Transmisión: automática, 8 velocidades

Tracción: integral

Velocidad máxima: 234 km/h

Aceleración 0 a 100 km/h: 5,8 segundos

Volumen maletero: 500 litros

Precio: 60.400 euros

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