Pruebas

Volkswagen Golf Cabrio, un capricho muy práctico

Si queremos disfrutar de un descapotable en invierno por todo tipo de vías, el Volkswagen Golf Cabrio, como opción, es más que recomendable.

Si no fuera por el techo de lona, de frente apenas conseguiríamos distinguirlo de la versión de tres puertas, casi lo mismo ocurre con la trasera, el elemento más diferenciador, amén de la capota, es el ángulo que forma la luneta trasera con el maletero. La versión Cabrio del Golf, por unos pocos milímetros, es más grande que la "normal", más larga, más ancha y 56 mm más baja.

El interior del Golf es ya un clásico. Como en toda la gama, destaca la calidad de los materiales utilizados y la precisión de los ajustes, algo que agradecerá cuando el tiempo pase y nuestro vehículo ya no sea nuevo. No está lleno de botones o interruptores, tiene los justos.

La pega principal la encontramos en las plazas traseras. La versión descapotable del Golf mantiene las mismas medidas interiores, lo que quiere decir que el espacio para las rodillas que queda en la parte posterior es bastante justo. Por su configuración de carrocería cabrio, la capacidad del maletero se ha visto mermada en 100 litros, 250 en total. La ventaja es que esta cifra no se ve alterada vayamos con o sin capota.

Su capota se pliega en 9 segundos para un digno aislamiento

El aislamiento de la capota es digno de mención, a pesar de ser de lona y conducir a más de 100 km/h, no se percibe ningún ruido aerodinámico, ni por el chaparrón, fuera de lo normal. Durante la prueba, tras realizar 300 kilómetros en total por vías urbanas e interurbanas, el consumo medio que indicó el ordenador del Golf Cabrio 1.4 TSi DSG fue de 7,3 litros, algo superior a lo indicado por el fabricante, pero ya se sabe que los datos oficiales siempre se miden en condiciones óptimas.

Hemos podido comprobar que tanto por su tamaño, como por su dinámica y confort de marcha, este nuevo Golf Cabrio es un vehículo que vale para todo. Por ciudad es ágil y su consumo vamos a decir que discreto. En vías rápidas y a la velocidad máxima que se puede circular en este país, a pesar de contar con una relación peso potencia de 12,12, como se suele decir en el argot, tira bien. El cambio DSG de siete velocidades con doble embrague es muy preciso, rápido y cuando se pisa el acelerador sale de su acomodo para dar una respuesta inmediata.

Según marca el panel de instrumentación, la temperatura exterior es de diez grados. Con tan sólo apretar un botón, en tan sólo 9 segundos el techo desaparece. Con las ventanillas subidas y el climatizador a 25 grados, el frío ni se nota. El viento pasa de largo sin rozarnos, protegidos por la carrocería no se nota a 120 km/h, tan sólo algo en la cabeza, nada que no solucione un gorro.

En resumen, apenas hay diferencias con la versión carrozada, salvo que podremos llevar un pasajero menos, un poco mayor el coeficiente aerodinámico, de 0, 31 a 0,34, un poco más de consumo, de emisiones, unas prestaciones algo inferiores nada apreciables... pero a la hora de escoger entre un modelo u otro, el precio puede ser un determinante.

Ficha técnica

Potencia: 122 CV

Volumen maletero: 250 litros

Velocidad máxima: 197 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 10,5 s

Dimensiones: 4.246 x 1.782 x 1. 463 mm

Consumo medio: 6,3 l/100 km

Emisiones de CO2: 147 g/km

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