Pruebas

Jaguar XKR 5.0 V8 SC Coupé: sensaciones felinas al volante

Por un lado, buscamos locomoción. Y por el otro, sensaciones. Son las dos premisas que le pedimos a un automóvil. Lo primero nos lo dan todos. Lo segundo, si hablamos de sensaciones al más alto nivel, sólo unos pocos. Jaguar es una marca asociada desde su nacimiento (del que este año, precisamente, se cumplen 75 años) a la transmisión de placer, de prestaciones, de lujo, a su orgulloso propietario. Y si además hablamos del Jaguar XKR, tenemos que multiplicar los adjetivos.

Ciento diecisiete mil seiscientos cincuenta euros de serie. Escrito así, con letras, parece que impresiona menos, pero... ¿merece la pena desembolsar casi 20 millones de las antiguas pesetas por este vehículo? La respuesta es: por supuesto, si los tienes y te gustan las emociones fuertes al volante. Y no nos referimos sólo a la velocidad, por supuesto (el XKR alcanza los 250 km/h... y porque no le dejan más, pues su velocidad máxima está limitada electrónicamente), sino a un compendio de sensaciones que dan la bienvenida, como es lógico, con el sonido del motor en el momento de arrancarlo. El rugido del Jaguar envuelve el habitáculo (no en vano dicho sonido está redirigido hacia el interior para aumentar esta sensación) como aviso de lo que nos espera a sus mandos.

Pero antes ya habremos tenido ocasión de solazarnos con la contemplación de un diseño rotundo, poderoso, y que en el caso de la versión probada, la coupé, se acentúa en sus estilizadas y esbeltas líneas horizontalmente hablando. Qué morro tiene el Jaguar. Tanto desde fuera como desde el interior del vehículo, el habitáculo que envuelve al "monstruo" de 5 litros que mueve al vehículo representa una de sus principales señas de identidad. Y, además, con el lavado de cara que se le hizo al XKR el año pasado, tras su lanzamiento en 2006, se le añadieron unos elementos ópticos de xenón con diodos de día que acentúan más ese ceño fruncido, como de concentración en la labor de ir hasta el infinito, o más allá.

Todo un espectáculo

Este fiero carácter se acentúa con las dos tomas de aire abiertas en el frontal del vehículo, así como de los cuatro escapes que suponen el punto y final del Jaguar en su parte posterior. Las espectaculares llantas de 19 pulgadas que vienen de serie pueden crecer una pulgada más como opción.

¿Y el tacto? Piel de alta calidad en los asientos, por supuesto deportivos, y materiales nobles en el salpicadero y los diferentes mandos del vehículo. Eso sí, una mirada a la parte trasera del coche nos devuelve la dichosa pregunta que siempre se formula y nunca se responde: ¿para qué sirven las dos plazas traseras en los vehículos denominados 2+2? No caben ni siquiera niños, y cualquier persona, a no ser que coincidan habitantes de Liliput tanto en el asiento trasero como en su complementario delantero, sentirá que sus piernas han pasado por una cámara de tortura de la Inquisición por corto que haya sido el trayecto sufrido.

Y ya, por fin, el placer que habíamos adelantado líneas atrás: el momento del arranque. La "bestia" está preparada para devorar el asfalto. El XKR monta un poderoso propulsor 5.0 V8 sobrealimentado, que alcanza unos increíbles 510 CV a 6.500 vueltas para un vehículo al que se le permite circular fuera de un circuito. Con estos pulmones, y como ya hemos dicho, se alcanzan los 250 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos. El par motor asciende hasta los 650 Nm entre 2.500 y 5.500 rpm. Para mover sus 1.828 kilos, el XKR necesita beberse 18,9 litros cada 100 kilómetros de conducción urbana, 9,6 litros en carretera y 12,3 litros, de gasolina, por supuesto, en ciclo combinado. Como buen deportivo exhala una buena cantidad de CO2 al aire, concretamente 292 gramos por kilómetro.

Para mover todas estas cifras, el XKR monta toda una serie de dispositivos de ayuda a la conducción. Para empezar, y como hablamos de un deportivo, podemos elegir entre una conducción Drive y otra Sport mediante un botón en el cuadro de mandos que se inserta entre los dos asientos delanteros, y que endurecerá las suspensiones, independientes, para una conducción mucho más agresiva. El control de diferencial activo (ADC), por su parte, limita el patinaje entre las ruedas traseras para optimizar la tracción y la estabilidad del vehículo en armonía con el ABS y el sistema de estabilidad. Y la suspensión dinámica adaptativa del XKR ajustará las suspensiones hasta alcanzar una comodidad de marcha óptima gracias a los análisis del movimiento del cuerpo, de la dirección del vehículo y del estado del firme que realiza hasta 500 veces por segundo.

La transmisión del XKR es automática, de seis velocidades, con manejo desde una cómoda rueda situada entre los dos asientos delanteros, y también mediante levas en el volante.

Con todos estos mimbres, el Jaguar Coupé se desliza con una suavidad inversamente proporcional a su ya referida "bestialidad" en las prestaciones. El apoyo que le suponen funciones como el control dinámico de estabilidad, ABS de cuatro canales, sistema de frenado de emergencia si se detecta un choque inmediato y un sistema de airbags adaptativos confiere una gran confianza y tranquilidad al conductor, que puede concentrarse con toda libertad en buscar ese acoplamiento coche-piloto que sólo un coche de estas características puede ofrecer.

Dentro de los elementos de seguridad destaca también un sistema de protección para los peatones, que eleva el capó del interminable morro del XKR unos 17 centímetros para crear una especie de "colchón de aire" entre el mismo capó y los elementos duros del motor que cobija. El sistema, una vez que detecta el atropello, tarda en activarse la friolera de sólo 30 milisegundos.

Amplio equipamiento

A fecha de hoy, el Jaguar XKR 5.0 V8 SC Coupé se encuentra a la venta por 117.650 euros. De serie monta elementos tan importantes como los faros bixenón con iluminación de esquinas, acceso y arranque sin llave, asientos delanteros deportivos y eléctricos, además de todas las funciones que hemos referido en este artículo hasta el momento. Existen varias opciones de paquetes, como por ejemplo el Speed Pack, con faldones laterales en color carrocería, llantas de 20 pulgadas, pinzas de frenos en color rojo y velocidad máxima incrementada a 280 km/h por 7.615 euros más.

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