Pruebas

Abarth Grande Punto: un escorpión muy deportivo y de fácil manejo

Te acercas a la fábrica de Fiat y coges un Punto Evo, lo llevas al taller artesanal de Abarth localizado en Mirafiori (Torino) y allí será dónde lo transformarán devolviéndote una preciosidad según tus deseos. Claro que es más fácil visitar cualquiera de los seis concesionarios que la marca tiene en nuestro país y donde es probable que te encuentres a un "gentleman de ciudad" o algún joven con ganas de sensaciones deportivas configurando su propio modelo en 3D.

Las virtudes estéticas, tanto interiores como exteriores, del Fiat Punto Evo ya son conocidas por todos (diseño italiano o imagen innovadora con respecto a sus competidores) como también son conocidas el resto de cualidades (habitabilidad, motores modernos, seguridad, etc.). Pero quien piense que el Abarth es un Punto Evo "tuneado" o una forma de llamar la atención por parte del Grupo al que pertenece me temo que está equivocado.

Es cierto que parte de un modelo de fábrica pero la preparación que "sufre" le aleja del "original" convirtiéndolo en un coche nuevo, ¡y no digamos esta versión probada que va equipada con el kit más radical!

Exterior con diseño "racing"

El Abarth exteriormente cuenta de serie con cristales obscurecidos, paragolpes, spoiler y faldones en color de la carrocería y todo ello sostenido por unas bonitas llantas de diseño propio de 17 pulgadas o de 18 pulgadas si equipamos al coche de forma más "racing". También dispone de otros elementos diferenciadores tales como los faros antiniebla instalados en una carcasa de nuevo diseño y unas grandes tomas de aire diseñadas por exigencias de la refrigeración del nuevo propulsor.

Es una línea muy aerodinámica y muy, muy compacta cuyo origen proviene de los elementos mencionados anteriormente y que aumenta, conformando un carenado completo, al llevar en color negro los faldones laterales, el contorno de los pasos de rueda, el fondo del chasis de plástico que continúa hasta el paragolpes trasero y cuya parte baja tiene forma de deflector tipo Ferrari.

La imagen que da el Abarth es de deportivo e impresiona bastante ya que parece que nos vamos a correr una prueba de velocidad nada más verlo, más que parecer nos entran ganas de hacerlo. Debemos tener en cuenta que con respecto al Fiat Grande Punto destaca por su mayor anchura de vías (6 mm) y por las mencionadas llantas de aleación protegen unas llamativas pinzas de freno pintadas en rojo haciendo juego con las bandas laterales del mismo color y con la inscripción Abarth que decoran la carrocería.

Equipamiento interior

Del equipamiento interior de serie destaca, principalmente, el tener volante regulable en altura y profundidad, climatizador manual, dirección asistida Dual drive, volante y pomo en piel, asiento conductor regulable en altura y ordenador de a bordo.

Al abrir la puerta la atmosfera deportiva continúa con unos asientos de tipo baquet, el volante semi deportivo, el pomo de cambio, los pedales deportivos y la decoración de carbono que muestra en algunas zonas.

El salpicadero, realizado en plástico duro, está decorado en dos colores, siendo el resultado muy atractivo tal como lo suelen ser los interiores del grupo italiano. La calidad percibida es buena, igual que el modelo del que proviene, y conserva algún pequeño detalle a mejorar como el tornillo que fija el protector inferior del marco interior de la puerta. Aunque esta insignificancia Abarth te lo hace olvidar al ver el ribeteado rojo en el volante, el pomo y las alfombrillas que colaboran a dar exquisitez al envolvente interior.

Atrae la atención de nuestra vista el símbolo del escorpión en el lado derecho o el escudo de la marca en el volante y los asientos. El diseño de los relojes es también llamativo y vemos que su tacómetro indica que la línea roja comienza a 6.500 rpm lo que significa un aviso de la personalidad del modelo. En el medio de las esferas del cuadro un ordenador de a bordo con visor digital nos saluda mostrando el nombre de la marca y nos informa, además de los datos del viaje del coche, del sistema Blue&Me (bluetooth + mandos en volante + USB).

El audio CD dispone de MP3 y un sistema de sonido HI-FI interscope que era de fácil manejo y bonito diseño pero el sonido, en la unidad probada, no iba a tono con el resto. Debajo está el climatizador bizonal, opcional, que también es de fácil uso y con un diseño a juego con el audio y nos pareció que funcionaba muy bien.

Dos "kits" a elegir

La marca ofrece dos posibles niveles de transformaciones o "kits". El primero llamado "assetto" sustituye ciertos elementos que lleva de serie por unos muelles delanteros y traseros rebajados que cambian la altura en 20 mm, unos discos de freno delanteros y traseros perforados, pastillas de altas prestaciones en los anteriores, llantas de aleación Abarth de 18 pulgadas (blanco o titanio) que montan unos neumáticos Pirelli Pzero 215/40 R18.

Si no estás satisfecho con el anterior, es hora de abrir el capó y añadir el kit tope, el denominado kit "esseesse", es decir S.S o Super Sport y que es el que montaba la unidad probada. Este juego incluye al anterior y además añade modificaciones al motor. Estos cambios son la inclusión de un turbocompresor de tipo Garrett, un software "esseesse" 180 CV para ECU, un conjunto de embrague, inyectores específicos, una terminal de escape con doble salida y un filtro de aire desarrollado por BMC. Exteriormente monta un emblema con la denominación del kit "esseesse" en el portón y en el capó que sirve para diferenciarlo del resto.

El resultado es un aumento de potencia desde 155 CV hasta nada menos que 180 CV a 5.750 rpm con un par máximo de 270 Nm, que le permiten llegar a los 215 km/h de velocidad máxima y acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 7,5 segundos.

Abarth es una marca exquisita, detallista y por ello tiene gestos que sus clientes agradecerán sobremanera como suministrar todos los kits en una vistosa caja de madera, similar a la utilizada en los años 60, con una placa metálica que lleva grabado un número de "matrícula" que identifica cada uno de los kits. Esta caja permite al cliente transportar y almacenar las piezas originales sustituidas para la instalación de los nuevos elementos.

Magnificas sensaciones de conducción

Según nos comenzamos a mover apreciamos el Abarth Grande Punto lo hace de forma suave y es fácil de conducirlo por las calles gracias a su encomiable dirección. El silencio interior, gracias a la falta de rumorosidad del potenciado 1.4, es otra nota a favor. Si esperabas un coche con un manejo de volante duro, unas suspensiones que te hagan levantar del asiento al pasar los baches de ciudad y una rumorosidad de deportivo estas equivocado.

Durante la prueba entre calles este vehículo lo manejamos francamente bien gracias a la correcta visibilidad que tiene -ayudan los retrovisores-, a lo fácil qué es aparcarlo y al par motor que tiene a bajo-medio régimen que permite no tener que estar subiendo de revoluciones al propulsor y evita constantes cambios de marcha. Siendo también cómodo gracias a las bien taradas suspensiones que no castigan a los ocupantes al absorber los baches aunque debemos evitarlos para cuidar las llantas debido a sus medidas.

Sin tener ningún prejuicio antes de comenzar a conducirlo, la verdad es que nos sorprendió mucho durante los primeros impases de la ruta entre calles.

Dejamos la ciudad y vemos cómo el turbocompresor de geometría fija del potenciado cuatro cilindros comienza a respirar y empuja al Abarth GP sin problemas. La respuesta del acelerador es instantánea y vamos insertando marchas superiores mientras notamos que los 180 CV que el artesano promete son de verdad. El coche va sobre el asfalto como si hubiera carriles y las sensaciones a velocidades medias son de una total seguridad. Algo normal por otra parte ya que está configurado para ir mucho más veloz tanto en recta como en curvas de todo tipo. Debemos saber que la versión de 150 CV es 10 mm más baja que el modelo convencional y que ésta es otros 10 mm aún más baja pero tal como sucedía en ciudad el coche mantiene un buen confort de marcha a pesar de la configuración del chasis y el conjunto muelle-suspensión.

Seguimos haciendo kilómetros y como le queremos poner en aprietos al chasis le damos a la tecla situada en el centro del salpicadero y que tiene grabada la palabra "Sport Boost"; al momento notamos cómo la dirección asistida, eléctricamente, se endurece y que el par motor aumenta de forma considerable al ser modificado el mapeado de la centralita. El resultado es una mayor sensación de seguridad al contar con una dirección aún más directa y rápida junto a una menor necesidad de tener que cambiar de marchas al disponer de más fuerza.

Nos salimos de la autovía y nos dirigimos a tramos más enrevesados donde vemos como la sensación de velocidad se multiplica por dos y las cualidades dinámicas de este "gentleman car" son excelentes. Es un "escorpión" juguetón cuyo tren delantero gobierna al resto del conjunto apoyado por el control de tracción y de estabilidad. La trasera es muy eficaz también pero el Abarth GP es del tipo de coches donde el tren delantero manda sobre el trasero pero con una estabilidad muy equilibrada gracias a las mencionadas cotas de la suspensión, la suspensión, la electrónica y a las barras estabilizadoras de mayor grosor.

Respecto a la frenada nos ha parecido excelente siendo progresiva, con mordiente al final y potencia de sobra. Esta firmada por Brembo y cuenta el sistema con unas pinzas delanteras fija M4x40 de doble pistón montadas sobre discos perforados de 305 mm x 28 mm, unas pinzas traseras con pistón de 54 mm que se encargan de contener a unos discos de freno de 264 mm x 11 mm y, por si fuera poco, las pinzas albergan unas pastillas especiales de alto rendimiento.

Para conseguir y rematar todas estas cualidades dinámicas el Abarth GP esseesse monta unos Pirelli Pzero 215/40 R18 que demostraron ser un buen aliado.

El puesto de conducción está bien concebido y la ergonomía no desmerece con lo escrito anteriormente. Cuenta con un volante regulable en altura y profundidad cuyo diámetro y tacto es excelente. El asiento, tipo baquet, es regulable en altura y sólo es criticable la parte superior de éste cuyo diseño se hace incomodo para muchos de los posibles conductores.

La palanca de cambios con seis marchas queda en buen sitio y su accionamiento es correcto. Lo mismo sucede con los llamativos pedales que están bien centrados y a su izquierda tienen un buen apoyo.

Excelente seguridad de serie

En cuanto a seguridad activa y pasiva su equipamiento está más que dentro de lo exigible al contar con ESP+ASR/MSR, HBA, Hill Holder, ABS+EBD en cuanto a la activa. Y en cuanto a la pasiva dispone de dos reposacabezas posteriores -a diferencia de su hermano-, airbags frontales, laterales y de cortina.

No olvidamos sus consumos pero en un coche de estas características no creemos que sean primordiales aunque en Abarth sí que es cierto se han molestado en que sean lo más racional posible. Éstos los consigue gracias a su ligero peso y a la cilindrada del motor pudiéndose llegar a obtener 5,5 litros de media aunque lo más normal es que rondemos los siete litros. No son altos si pensamos en todas las sensaciones que nos da a cambio y que no se pueden cuantificar en litros.

El Abarth Grande Punto "esseesse" es un llamativo coche, finamente decorado en su interior que cuenta con un trabajo artesanal en el exterior, que tiene un elaborado chasis y un propulsor con doble personalidad.

Este coche tiene la virtud de, sin perder un ápice de carácter y cualidades deportivas, ofrecr un nivel de comodidad, polivalencia y de funcionalidad de tipo utilitario. Es un coche apto, en contra de lo que se pueda pensar nada más verlo, para ser usado tanto en nuestra vida diaria en ciudad como en viajes largos.

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