Mazda 3 1.6 CRTD: el ahorro como bandera

El Mazda 3 de cinco puertas ha abandonado las líneas burguesas de su antecesor para sumergirse, con atrevimiento, en unas formas más llamativas. Todo en él se ha aumentado en una forma que transmite un mayor dinamismo y atrevimiento. Mantiene detalles de diseño del modelo anterior, como la curvatura y el bajo centro de gravedad de los hombros traseros, que se funden con las líneas curvadas de los laterales.

De entre estos nuevos trazos surge uno en forma de cuña que parte desde el paso de rueda delantero hacia el grupo óptico trasero que transmite una tensión que origina movimiento. Destaca especialmente el frontal que integra la toma de aire inferior en la parrilla de cinco puntas de forma horizontal y rompe con las dos tomas laterales dispuestas de forma vertical. Este nuevo modelo ha aumentado sus medidas con respecto al anterior. Midiendo ahora 4,46 m de largo, 1,77 de ancho y 1,47 metros de alto.

Llamativo interior

Ya dentro podemos apreciar un similar concepto de diseño visto en el exterior: Las formas llamativas del exterior se trasladan al interior. Nos llama primeramente la atención la zona superior del salpicadero, dividido en dos, que alberga el navegador integrado y una pantalla multifuncional de color rojo. A la izquierda de éstos se sitúan los llamativos relojes y debajo del primer grupo de pantallas continúa la consola central del salpicadero, realizada en forma de "S", que se une con el eje central para finalizar en el reposabrazos. El salpicadero envuelve al conductor pero dando sensación de espacio y de unión en la zona delantera. La trasera lo hace menos al ser sus cotas inferiores debido a que ha primado la estética sobre la practicidad.

Dentro la sensación de calidad y buena ejecución está presente. El salpicadero ha sido realizado en una material granulado muy agradable al tacto y a la vista. A pesar de la complejidad del diseño, cuenta con dos zonas, las uniones entre las partes son casi imperceptibles. Durante la prueba no escuchamos crujidos ni rozamientos de sus componentes interiores de este elemento ni del resto del Mazda 3.

El puesto de conducción está muy logrado ya que todo ha sido colocado cerca y dividido en zonas, quedando todo muy racional. Los novedosos relojes son de fácil lectura y de diseño atractivo. El volante, de tacto agradable y diámetro perfecto, llama la atención por la cantidad de botones que tiene en este nuevo modelo. A través de ellos se controla el navegador, el sistema multimedia, el control de velocidad y el teléfono. Dentro de estas funciones nos sigue deleitando el sistema de funcionamiento del regulador del velocímetro que ahora aumenta el número de interruptores buscando una mayor facilidad de uso para el conductor.

Hay detalles de la conseguida ergonomía que se aprecia también en otros elementos como los elevalunas y los mandos de los retrovisores que ahora están en una posición más elevada o la palanca de cambios ubicada más cerca del conductor.

La cantidad y distribución de nichos para dejar objetos es aceptable en conjunto pero la zona trasera queda un poco huérfana al disponer sólo de un pequeño espacio, tipo botellero, en cada puerta; y de una bolsa en el respaldo de cada asiento delantero. A cambio el fabricante japonés ha colocado en los paneles de las puertas traseras unos generosos altavoces que suenan muy bien.

Amplio maletero

El espacio para los pasajeros es muy bueno si son cuatro ya que un quinto irá más apretado. Además el respaldo trasero en la zona central alberga un reposabrazos que lo hace un poco menos cómodo que el resto. No obstante, monta reposacabezas para el ocupante del medio. El interior está muy insonorizado y no oímos apenas el motor o ruidos provenientes del exterior. Sólo a más de 140 Km/h notaremos la presencia del propulsor ligeramente e irá descendiendo a medida que vayamos haciendo kilómetros. El maletero tiene una forma cuadrada que permite aprovechar los 340 litros de capacidad (VDA). El tamaño de la boca de entrada y la altura permiten cargar el equipaje cómodamente.

Escaso consumo

Ya en movimiento vemos como la dirección asistida está bien equilibrada y se muestra precisa y directa. Apreciamos que es fácil controlar visualmente el Mazda gracias a una zona delantera despejada y a una trasera que cuenta con la ayuda de sus generosos retrovisores. El motor diesel de 1.6 litros tiene un par de 240 Nm a los 2.000 rpm y una potencia de 109 CV a las 4.000 rpm. Ambos comienzan a entregarse desde las primeras vueltas del tacómetro. Gracias a esto, los consumos son excelentes: ronda los siete litros en ciudad y obtiene unos magníficos cinco litros en carretera. Los cambios de marchas se suceden perfectamente mediante las bien escogidas relaciones que son accionadas a través de la precisa palanca del cambio. Estas características permiten al propulsor mover al conjunto de forma segura en adelantamientos y muy satisfactoria en carreteras con curvas gracias al par motor y a la tercera marcha. Su comportamiento es firme y transmite seguridad mediante unas suspensiones que mantienen bien el chasis a pesar de tener un tarado ajustado más hacia el confort que a las prestaciones. La frenada nos gustó por su progresividad y por un ABS nada intrusivo, sólo exigiéndoles a los frenos demasiado notaremos que van perdiendo propiedades.

Precio

El precio de la unidad probada es de 22.400 euros ya que equipa el pack Active+ Navi y la pintura metalizada, esta última con un precio de 400 euros. Dicho pack es muy recomendable de adquirir ya que tiene un contenido precio, 2.100 euros, y se compone de faros delanteros antiniebla, llantas de aleación de 17 pulgadas, control de crucero, sensor de lluvia y luces, Bluetooth, climatizador bizona, sensor de aparcamiento trasero, espejo retrovisor fotosensible y un navegador integrado.

El Mazda 3 1.6 CRDT 105 CV nos ha encantado por su agradable conducción, sus modernas líneas exteriores que sacrifican un poco al quinto ocupante en un interior bien rematado, y sobre todo por sus bajos consumos y sus cualidades dinámicas.

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