Mini es un modelo que se ha hecho marca y, en este sorprendente proceso, el Clubman marca un antes y un después.
Tras el nuevo logotipo del frontal, que recupera la sencilla esencia del original, el desarrollo de este nuevo replanteamiento se centra en varias ideas.
La primera es convertir al Clubman en el "primer coche de la familia" y no conformarse como segundón, papel que hasta ahora solía asumir el Mini. Para ello, se ha diseñado este nuevo modelo pensando en que se utilice para viajar largas distancias.
Además, el interior del Clubman se ofrecen cinco plazas con la suficiente habitabilidad para ser ocupadas por adultos. Y se ha incidido en una versatilidad en cuanto a capacidad de carga y acceso inéditas hasta ahora en un Mini.
Un coche que nos da la bienvenida
Cuando nos acercarnos más al Mini, nos sorprende con curiosas novedades que ponen más de relieve su originalidad. Al accionar la llave a distancia, el logotipo Mini se proyecta sobre el suelo, a los lados del coche, en forma de bienvenida.
Por otro lado, y por primera vez en un Mini, la antena sobre el techo es en forma de "aleta de tiburón". Tiene la particularidad de que destellea con una pequeña luz roja cuando el antirrobo está conectado, como aviso y como reclamo para cuando necesitamos buscar el coche entre los demás en el aparcamiento.
Pero lo que sin duda llama más la atención del Mini Clubman es su peculiar trasera. Es como si la hubiesen estirado a lo ancho y en ella predominan las líneas horizontales. Y aquí reside la mayor peculiaridad del Clubman, que son sus dos puertas posteriores. Pueden abrirse de tres maneras diferentes, de forma manual, con el control remoto cada una por separado y mediante el sensor inferior al pasar el pie cuando, por ejemplo, llevamos las manos ocupadas con bultos o la compra.
Este Mini de seis puertas crece sobre todo a lo largo respecto a su hermano de cinco puertas.De 4 metros pasa a 4,25, lo que le ha conferido una habitabilidad aumentada, con mayor espacio para los pasajeros y un maletero de 360 litros que se pueden aumentar hasta los 1.250 si abatimos los asientos posteriores.
Seis motores
Cuando entramos en el Clubman nos encontramos una atmósfera típicamente Mini. Pero salpicadero, asientos y recubrimiento de las puertas han sido completamente rediseñados, dando propia personalidad al modelo.
Ese estilo buscado, a decir de los responsables de la marca, es un poco más sobrio que en sus hermanos de gama pero a la vez más sofisticado.
Tanto en el exterior como en el interior, el Mini ofrece como ya es habitual en la marca un sinfín de posibilidades de personalización. Por otro lado, el equipo de serie de todas las versiones es superior a lo que es habitual, incidiendo sobre todo en la dotación de sistemas de seguridad.
La gama de motores, de tres o cuatro cilindros, se compone de tres de gasolina y tres diésel, estos últimos de nuevo desarrollo.
Sensaciones "Mini"
En nuestra primera toma de contacto con el Clubman, hemos tenido la oportunidad de probar la versión Cooper D con 150 caballos. Las sensaciones dinámicas del chasis siguen siendo muy próximas a las conocidas en el resto de los Mini, a pesar de la diferencia de tamaño. El Clubman resulta estable en cualquier circunstancia, bien asentado y preciso en curvas de todo radio. Las suspensiones, de tarado firme, aportan mucho aplomo aunque alguna brusquedad sobre asfalto degradados, aunque menos seca que en otros Mini. Otro reproche que podríamos achacarle en este apartado es una rumorosidad de rodadura que se hace oír, probablemente debido a las generosas medidas de neumático que calza esta versión.
El motor diésel de 150 caballos asociado a la caja de cambios automática Steptronic de ocho relaciones se muestra ideal y equilibrado para un uso diario e intensivo del Clubman. Las respuestas son muy satisfactorias en ciudad o carretera y el consumo homologado se contiene en unos bajísimos 4,1 litros a los cien kilómetros.
El Clubman convence por sus mejoras en habitabilidad y su nueva accesibilidad trasera. Además aporta las buenas sensaciones de conducción de la familia Mini. Buscándole las cosquillas podríamos criticarle un diseño interior menos acogedor que el de sus congéneres y, por comparación, una peor visibilidad trasera. Aunque está bien equipado de serie en todas sus versiones, el precio aumenta considerablemente si acudimos a las opciones, los paquetes y las personalizaciones ofertados por la marca.
Versiones y precios
Gasolina
- ONE 102 CV: 23.800 euros
- COOPER 136 CV: 26.200 euros
- COOPER S 192 CV: 29.900 euros
Diésel
- ONE D 116 CV: 24.800 euros
- COOPER D 150 CV: 28.400 euros
- COOPER SD 190 CV: 31.900 euros