Pensado fundamentalmente para un uso ciudadano, en enero comenzará a venderse en nuestro país el Chevrolet Spark, un pequeño vehículo polivalente que viene a ocupar el lugar dejado por el exitoso Matiz que en éste su último año de vida ha conseguido alcanzar unas ventas de más de 80.000 unidades.
En Europa, obviamente, los segmentos A y B ya presentan una enorme relevancia. En Italia, el mercado más importante de Chevrolet en Europa Occidental, más del 50 % de los coches vendidos pertenecen a los segmentos A o B del mercado, y en Francia y en el Reino Unido, estos dos segmentos suponen más del 30 % de las ventas.

En España, donde la recientemente reorganizada Chevrolet tiene previsto llegar a vender 3.000 coches a lo largo del año que viene, el Spark se va a comercializar en una franja de precios que van desde los 8.400 euros hasta los 11.800 euros. Naturalmente son precios a los que ni se les ha aplicado el plan Prever ni tampoco el descuento por promoción, que lo habrá en el momento de su lanzamiento.
El diseño del Spark se inspira en el concepto del Beat, que debutó en el Salón del Automóvil de Nueva York en 2007. En aquella muestra, la empresa presentó tres conceptos de coche pequeño, el Beat, el Trax y el Groove. Tras la respuesta positiva dada a partes iguales por los medios y los asistentes al Salón, se realizó una encuesta online para consumidores con el fin de determinar cuál de los ?trillizos? debía pasar a producción. La encuesta atrajo a casi 1,9 millones de votantes, y el Beat resultó el gran vencedor. La versión definitiva pudimos verla ya el pasado mes de marzo con ocasión del Salón del Automóvil de Ginebra.
Más compacto y con línea más expresivas
El nuevo coche pequeño de Chevrolet presenta un formato compacto: con solo 3,64 metros de largo y 1,6 de ancho, con un diámetro de giro entre bordillos de sólo 9,9 metros. El maletero tiene una capacidad de 170 litros con los asientos traseros en posición normal. Los asientos traseros se abaten asimétricamente (60:40) y se pliegan por completo.
En su diseño, los ingenieros y estilistas del Spark quisieron que tuviese unas líneas más expresivas y, efectivamente, cuenta con un diseño mucho más elaborado que el del ya antiguo Matiz. Además, tenía que ofrecer buenos niveles en cuanto a espacio, sentido práctico y maniobrabilidad. No hay muchos coches de dimensiones tan reducidas que ofrezcan las ventajas que suponen las cinco puertas, homologado para cinco plazas y con una zona, aunque pequeña, útil para el equipaje. Desde la perspectiva lateral, los tiradores de las puertas traseras ocultos dan al Spark la apariencia de un coupé con tres puertas.
Interior
En el interior llama la atención su tablero de instrumentos, tomado de la filosofía que impera en el mundo de las motocicletas. Está ubicado en la parte superior de la columna de dirección y ofrece toda la información esencial en un formato compacto. El velocímetro analógico está complementado por un tacómetro digital, como en una motocicleta.
Presenta una amplia guantera, bolsillos detrás de los asientos para guardar libros, mapas de carreteras u ordenadores portátiles, así como compartimentos en las puertas de ambos laterales para botellas de refrescos de 1,5 litros, y otras prácticas comodidades, como una toma de corriente auxiliar en el panel inferior de instrumentos. La consola central incorpora un habitáculo para objetos más pequeños, como un teléfono móvil y también hay un soporte doble para vasos junto a la palanca de marchas.
Propulsores
Se ofrecen dos motores distintos, ambos de gasolina, de 1 y 1.2 litros de cilindrada, que tienen unos consumos homologados de alrededor de 5 litros cada 100 kilómetros con emisiones de CO2 inferiores a los 120 gramos por kilómetro. Ambos modelos están estrechamente vinculados y emplean una culata de aleación y bloque de fundición, con doble árbol de levas y cuatro válvulas por cilindro. Presentan un sistema de inyección de combustible multipuerto, y ambos cumplen con la normativa de emisiones Euro V. Los dos motores llevan una caja de marchas manual de cinco velocidades.

El modelo más pequeño tiene una cilindrada de 995 cc y genera 68 CV a 6.400 rpm, potencia suficiente para que el coche acelere de 0 a 100 km/h en 15,5 segundos y alcance una velocidad punta de 154 km/h. En un ciclo combinado de conducción en ciudad y en carretera, el Spark 1,0 consume 4,8 litros cada 100 km (homologación oficial) y emite 113 gramos de CO2 cada kilómetro. El motor más grande, de 1.2 litros con una cilindrada de 1.206 cc, genera 81 CV a 6.200 rpm, con un par máximo de 111 Nm a 4.600 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 12,1 segundos y alcanza una velocidad punta de 164 km/h. Su consumo de combustible es de 5,1 litros cada 100 km y emite 119 gramos de CO2 cada kilómetro.
Las versiones bifuel de GLP (Gas Licuado del Petróleo) para ambos motores, estarán a la venta en varios países europeos comenzando con Italia en febrero de 2010. Le seguirán otros mercados de GLP como Francia, Alemania, Bélgica, España, Portugal, Polonia y otros países. Las versiones de GLP ofrecen la misma cilindrada y similar par motor, potencia y aceleración que las versiones de gasolina, pero se benefician de unas importantes ventajas económicas en ahorro de combustible y de unas emisiones de CO2 más bajas.
El Spark está disponible con Control Electrónico de Estabilidad que además, incluye funciones de control de tracción y frenada electrónica.
Seguridad
De la protección de los ocupantes se encargan los dos airbags frontales, los airbags de cortina laterales y los airbags adicionales montados en los asientos delanteros para proteger el tórax y el abdomen. Además, se incluyen pretensores en los cinturones de seguridad delanteros y un sistema de retracción de pedales, que los retira para reducir el riesgo de lesiones en la parte inferior de las piernas. Entre otras prestaciones de seguridad, se incluyen los cinturones de seguridad con tres puntos de anclaje en las cinco plazas, sistema trasero de fijación Isofix para sillas infantiles y un sistema integrado de protección para peatones, diseñado para evitar que la cabeza de la víctima de un atropello impacte con zonas duras de la carrocería o del bloque del motor del vehículo.
El Chevrolet Spark ha recibido reciemtemente cuatro estrellas en la calificación de seguridad EuroNCAP, obteniendo 69 de 100 puntos posibles, quedándose a sólo un punto de la máxima calificación de cinco estrellas.