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BMW X6 XDrive 50i: Premium entre Premium

Desde hace un par de años convive entre nosotros un compendio de tecnología, diseño y prestaciones que se llama BMW X6. Las marcas premium, a pesar de la crisis, no dejan de sorprender con nuevos vehículos, nuevos conceptos, incluso nuevos subsegmentos en un mercado tan trillado como el automovilístico.

En este caso, la novedad viene dada por la simbiosis entre dos tipos de vehículo, para muchos dos formas de entender la vida dentro del mundo del motor, como son el coupé y el todoterreno (perdón, todocamino).

El X6 nació hace un par de años con el apellido 'Sports Utility Coupé', un todocamino al que se le había dotado de un diseño ciertamente espectacular (la verdad es que, si lo comparamos con su hermano X5 en términos estéticos, éste último queda ciertamente "tocado") y unas prestaciones imposibles en aquellos momentos para un vehículo de este tamaño. En el punto de mira de BMW se encontraba el exitoso Porsche Cayenne, quien sigue siendo, a punto de entrar en 2010, su principal competidor.

Un volante espectacular

Al ser coupé, sus dimensiones son más "afiladas" que las del X5, sin por ello perder demasiado en lo que a espacio interior se refiere. Eso sí, sólo dispone de cuatro plazas, eso sí, todas ellas plenas de comodidades. El detalle más destacable del interior del vehículo es sin duda su volante, con un diseño plenamente deportivo, con la presencia de levas de serie para manejar su transmisión automática de seis velocidades, y dotado de gran cantidad de botones para manejar la mayoría de funciones de ocio, de comunicaciones y de ayudas a la conducción de que dispone el X6.

Eso sí, a la hora de poner un pero, quizá, visto lo visto en otros vehículos, la pantalla que integra el navegador del vehículo se queda un poco pequeña, y la visualización de los mapas no baja de los 100 metros de escala, cuando en la mayoría de las últimas pantallas que han salido al mercado la escala es de 50 metros, en incluso de 25 en los más recientes. En cuanto al maletero, el diseño coupé del vehículo, con una pronunciada caída trasera, le resta espacio si lo volvemos a comparar con el X5, pero es una pérdida mínima. Sus 570 litros de capacidad se convierten en 1.450 cuando se abaten los dos asientos traseros y su consola central.

Cuándo da lo mejor de sí mismo

En el momento de pulsar el botón de arranque, el X6 empieza a dar lo mejor de sí mismo. Cuatrocientos ocho caballos de potencia a 6.400 rpm, ahí es nada. El tope de gama "normal" del BMW X6 (exceptuamos aquí el X6 M, la versión más deportiva, que rinde unos 'galácticos' 555 CV) monta un propulsor de inyección directa de 4.395 centímetros cúbicos, de ocho cilindros en V, que rinde, como era de esperar, unas prestaciones estratosféricas: 250 kilómetros por hora de velocidad máxima; aceleración de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos; un consumo combinado de 12,8 litros a los 100 kilómetros; 299 gramos de CO2; y un par motor de 600 Nm entre las 1.750 y 4.500 rpm.

Con estos números, nos llegamos a olvidar en todo momento de que conducimos un 'supuesto' vehículo todocamino. El X6 está pensado para dar lo mejor de sí mismo sobre asfalto, por supuesto, si bien sus capacidades off-road son todo los dignas que debe ofrecer un vehículo de 86.000 euros.

¿Te gusta conducir?

A pesar de su gran peso y tamaño, el X6 exprime este porrón de prestaciones con una agilidad ciertamente admirable. La suavidad de marcha y conducción no se ven frenados en ningún momento por mucho que se retuerza o estreche la carretera. En todo momento el conductor del vehículo 'siente' cómo funcionan en perfecta armonía los numerosos sistemas de ayuda a la conducción del vehículo. Empezando por el Xdrive, o sea, la transmisión total permanente del X6. Junto a ella, es de destacar especialmente el denominado DPC (control dinámico de prestaciones), un nuevo diferencial trasero (estrenado en el X6), que permite distribuir cierta cantidad de par motor a cada una de las ruedas traseras (hasta 1.800 Nm) con la consiguiente ganancia tanto en tracción como en trayectoria en circunstancias difíciles de conducción.

Todos los detalles sobre ruedas

De esta forma, frenando o acelerando de forma individual, y completamente automática, tanto la rueda interior como la exterior, se solucionan los típicos problemas de sobreviraje o subviraje que se dan en este tipo de vehículos con tracción total.

Junto a estos dos sistemas, el X6 también cuenta, por supuesto, con control de estabilidad, dirección activa, suspensión de dureza variable (con el consabido botón 'Sport' junto a la palanca de cambios), sistema de protección previa a la colisión (que activa algunos de los airbags y tensa los cinturones si sus numerosos sensores detectan una colisión cercana e inevitable), etc.

En cuanto al equipamiento, el X6 viene muy bien provisto de serie de fábrica, y entre sus principales opciones destacan el Adaptative Drive, que engloba el EDC (control electrónico de la suspensión) y el Dynamic Drive (estabilización activa del vehículo), ambos por 4.056 euros adicionales. En cuanto a los extras en lo que al ocio se refiere, destaca sobremanera un impresionante equipo de audio de 16 altavoces de alta fidelidad con un amplificador de 600 watios por 1.591 euros. Las llantas, de 19 pulgadas de serie, pueden ganar una pulgada más por 2.034 euros.

El BMW X6 se fabrica exclusivamente en la planta que la firma alemana posee en Spartanburg (Carolina del Sur, Estados Unidos), de donde se exporta a todo el mundo.

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