Ssangyong solicitó el pasado 9 de enero declararse en suspensión de pagos por problemas de liquidez y para evitar la bancarrota. A pesar de esta medida, el fabricante coreano de coches asegura que su filial española "cuenta con un stock de recambios y accesorios suficiente para abastecer a todos sus clientes hasta que el fabricante resuelva su situación".
"La red de concesionarios de SsangYong es muy fuerte y tiene presencia en toda España, con un total de 70 concesionarios y más de 80 puntos de asistencia garantizan la atención, tanto en venta como en postventa, a todos sus clientes", aseguran desde la empresa.
SsangYong en Corea está pasando por unos momentos de tensión debido al descenso de las ventas, la falta de liquidez y la necesidad de ajustar la masa laboral, por todo ello necesita un plan de reestructuración general. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre los accionistas y los trabajadores, los gestores de la sociedad decidieron, el pasado 9 de enero, presentar una solicitud de concurso de acreedores.
La compañía explica que el Concurso de acreedores en Corea se ajusta a la legislación estadounidense. Ésta indica que la empresa solicita ayuda al Estado, a través de un juez, quien congela el pago de las deudas y al mismo tiempo nombra un interventor externo que tiene las funciones de Consejero Delegado, cuyo objetivo principal es realizar un plan de reestructuración que haga viable la empresa.
Acabado el plan de reestructuración se devuelve la compañía a los dueños "con unos muy probables cambios accionariales que dan entrada a los acreedores en alguna medida y a posibles nuevos socios", indica SsangYong. "Hay varias empresas interesadas en entrar en SsangYong, entre ellas fabricantes de automóviles de diferentes nacionalidades. Estos accionistas deben aportar las condiciones que aseguren el funcionamiento estable de la compañía promulgada por el juez", añaden.
Ssangyong: En suspensión de pagos
