El comité de empresa de ICF-Faurecia ha defendido que "no existen causas económicas ni productivas" para el cierre de la planta de Burlada el próximo 31 de diciembre y ha afirmado que están "expectantes" ante la decisión que puedan tomar los tribunales tras la demanda que han presentado para que se traslade la fecha del cese de actividad al mes de junio de 2017.
PAMPLONA, 14 (EUROPA PRESS)
Así lo ha señalado el presidente del comité de empresa, Alfredo Sanz, que este miércoles ha dado una rueda de prensa a las puertas de la fábrica para valorar la situación que atraviesa la planta, que cuenta en la actualidad con 81 trabajadores.
Sanz ha recordado que en febrero del pasado año la dirección comunicó el cese de actividad de la planta de ICF-Faurecia en Burlada, pero que tras un mes de "lucha" por parte de los trabajadores "se aceptó poder seguir hasta final de este año".
"Todo el argumento que nos daba la multinacional para cerrar eran causas económicas y productivas, las económicas se basaban en que íbamos a tener pérdidas, y las productivas en que al final de 2016 desaparecía el actual Polo", ha relatado el presidente del comité.
En aquel momento, ha remarcado, "se decidió por parte de la plantilla bajar un 8% el salario para paliar las pérdidas previstas y acabar el ejercicio prácticamente a cero" y ha destacado que a lo largo de estos casi dos años "hemos estado trabajando con niveles más altos de producción, de calidad, con todas las entregas a tiempo".
"En octubre pasamos una auditoría de calidad y en marzo de este año Volkswagen nos comunicó que van ampliar su producto hasta junio de 2017", ha señalado Sanz, quien también ha destacado que la planta registró en 2015 un beneficio de 576.000 euros y que a lo largo de este año llega a más de 1,4 millones. "Vamos a tener más de 2 millones de beneficios entre 2015 y 2016", ha resaltado.
Por todo esto, el comité de empresa entiende que "las causas económicas y productivas que marcaron" el acuerdo para el cierre de la planta el 31 de diciembre de 2016 "ya no concurren de la misma manera", por lo que han presentado una demanda para que la fecha del cierre se traslade al mes de junio de 2017.
Además, el presidente del comité ha comentado que se decidió hacer un plan de reindustrialización de la fábrica, aunque no se ha logrado inversor, pero cree que la ampliación de la actividad durante seis meses más puede ayudar a encontrarlo y a "tener más posibilidades de reindustrializar" la planta para seguir con el trabajo.
Sin embargo, ha lamentado que las multinacionales "siguen con la idea de cerrar el 31 de diciembre", a pesar de que "no existen las causas económicas y productivas" alegadas el pasado año, por lo que "nos hemos visto abocados a pedir vía judicial el traslado de la fecha del cierre.
Según ha precisado, el próximo lunes, 19 de diciembre, ha sido convocado en el Tribunal Laboral un acto de conciliación y ha subrayado que los representantes de los trabajadores no están dispuestos al cierre de la planta "sin una causa justificada".