Motor

Tiempo para las dos ruedas: cómo conducir en moto por carreteras de montaña

Llega la primavera y el buen tiempo nos invita a escaparnos en moto de la ciudad. Las carreteras comarcales de montaña son uno de los trayectos preferidos por los moteros para disfrutar de paisajes naturales y variados recorridos donde encontrar el máximo placer sobre dos ruedas.

Pero este tipo de carreteras, con sus fuertes desniveles, curvas de todo tipo y gran variedad de condiciones en el asfalto requieren una técnica particular y unas precauciones especiales. Vamos a repasar algunos consejos que nos será conveniente aplicar en nuestras salidas por carreteras de montaña.

1.- Tenga siempre en cuenta la meteorología. En montaña las condiciones son muy cambiantes y nos podemos llevar una sorpresa en cualquier época del año. Un aguacero, la niebla o el viento pueden convertir una plácida salida dominical en una desagradable y peligrosa experiencia.

2.- Ponga especial cuidado en el correcto estado mecánico de la moto. En montaña exigiremos más a los neumáticos, frenos y suspensiones que en las carreteras principales y llanas. Tener a punto todos estos elementos nos permitirá disfrutar mejor del recorrido sin sustos ni averías.

3.- Vaya siempre bien equipado con la ropa adecuada, que incluya protecciones en hombros, codos y espalda, así como con botas y guantes específicos. Aunque nos parezca al salir de casa que vamos demasiado abrigados no está de más llevar ropa caliente e impermeable, en montaña la temperatura desciende gradualmente a medida que vamos ascendiendo y siempre se puede formar una tormenta.

4.- Ponga mucha atención en el trazado y conduzca concentrado. En carreteras con muchas curvas cualquier despiste por pequeño que sea nos puede costar caro. Rodar excesivamente relajado, con la visera abierta y distraídos con el paisaje puede ser igual de peligroso que excedernos en la velocidad.

5.- Anticipe en la conducción todas las circunstancias habituales de las carreteras de montaña. Tenga siempre en cuenta a algún despistado que invada el carril izquierdo en las curvas y a vehículos lentos como tractores, camiones o bicicletas. También hay que tener en cuenta la posibilidad de encontrarnos con agua del deshielo o algún arroyo sobre la calzada así como hojas, ramas, piedras, tierra o animales.

6.- Tenga especial cuidado en las curvas de poca o nula visibilidad como las horquillas. En ellas no estará de más avisar de nuestra presencia mediante el claxon a quienes lleguen de frente o para espantar a animales que puedan hallarse en la calzada.

7.- Adapte la velocidad al recorrido. Es mejor conservar una media constante y regular, adecuada a las condiciones generales de la carretera, que ir todo el camino acelerando y frenando de forma brusca, lo que nos causará mayor estrés, más cansancio y aumentará las situaciones de peligro. Evite bruscos cambios de inclinación de la moto que puedan provocar pérdidas de adherencia y desestabilizar la moto.

8.- Frene antes de llegar a la curva sin apurar hasta el último momento. Esto nos permitirá trazarla a una velocidad adecuada y segura sin entrar en ella pasados de velocidad; sobre todo en las de poca visibilidad o de radio cambiante, en las que frecuentemente deberemos rectificar la trayectoria.

9.- Utilice todo el ancho de nuestro carril para trazar las curvas de la forma más suave y segura posible. Inicie siempre la trayectoria abriéndose hacia la izquierda, sin rebasar la median. Esto nos permitirá una trazada más redonda y nos ampliará el ángulo de visión. Mire hacia la salida de la curva y procure que la trazada sea lo más 'redonda' posible, evitando girar en ángulo excesivamente cerrado. A la salida de la curva, acelere de forma progresiva a medida que la moto recobre la verticalidad para abordar el siguiente giro.

10.- Sea especialmente cuidadoso con los frenos en las bajadas. Es importante dosificarlos bien y utilizar el freno motor para no sobrecalentarlos, lo que restaría eficacia en su funcionamiento. No espere hasta el último momento para frenar, pues la inercia de la moto cuesta abajo alarga sensiblemente las distancias de desaceleración, carga casi todo el peso sobre el neumático delantero y castiga el sistema de freno. Al aproximarse a un giro, decelere con el motor reduciendo alguna marcha y anticipe la frenada para no entrar en la curva con una inercia excesiva para trazarla con seguridad.

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