
A partir del próximo enero, la empresa CityScoot pondrá en funcionamiento en la ciudad de París una flota de motos eléctricas. Después del ejemplo de Autolib, ahora le toca el turno al scooter compartido como alternativa al transporte individual por la capital francesa.
¿Y como funciona este revolucionario sistema? Lo primero es inscribirse en la página de Internet, rellenando un cuestionario sobre la capacitación para llevar una moto y disponer de una tarjeta de crédito. Si uno todavía no es muy ducho con las dos ruedas a pesar de disponer del carné, la propia compañía pone a disposición de los clientes un curso de formación específica para sus vehículos.
El paso siguiente es muy parecido al de los Car2Go recientemente introducidos en Madrid. Una aplicación CityScoot de nuestro smartphone nos muestra las motos disponibles en las cercanías y podemos reservar el que más nos interese. La propia aplicación nos suministrará un código para desbloquear la moto, en el cual encontraremos un casco dentro de su cofre así como capelinas higiénicas desechables.
Hasta 100 kilómetros de autonomía
El precio del servicio en París es de 3 euros cada 15 minutos, al cabo de los cuales podremos aparcar la moto en cualquier aparcamiento autorizado y bloquearlo al guardar el casco en su cofre.
La aplicación CityScoot además de indicarnos el lugar de recogida también nos informa sobre la autonomía disponible en cada moto. Homologadas para llevar piloto y pasajero, son totalmente silenciosas y de nulas emisiones. Con una buena aceleración aportada por el par instantáneo de su motor eléctrico, están limitadas a 45 kilómetros de velocidad punta, suficiente para cumplir con la reglamentación urbana y garantizar una autonomía razonable que, según el uso, puede ir desde los 60 hasta los 100 kilómetros.
Se trata de otra nueva fórmula de aprovechar el transporte compartido y reducir el número de vehículos que circulan por las grandes ciudades. El propio ayuntamiento de la capital gala y su alcaldesa Anne Hidalgo han apoyado e impulsado esta iniciativa, deseoso de obtener resultados en su lucha por disminuir la polución que afecta de forma crónica a la ciudad.