
El descubrimiento del fraude de Volkswagen ha puesto contra las cuerdas a la industria automovilística mundial. La compañía alemana ha reconocido que lleva años instalando un dispositivo en sus motores que falseaba los resultados en los controles de emisiones contaminantes.
El escándalo ha tenido consecuencias dantescas para el Grupo Volkswagen, que en una semana se ha visto obligado a renovar su cúpula directiva, ha visto cómo sus acciones se desplomaban en Bolsa y se enfrenta ahora a sanciones multimillonarias y a una crisis de credibilidad sin precedentes. Pero los efectos de este caso afectan en realidad a todo el sector del motor.
Por lo pronto, el nuevo presidente del grupo Volkswagen, Matthias Müller, hasta ahora presidente de Porsche, ha asegurado en una carta a sus cerca de 600.000 empleados que aclarará completamente lo sucedido y que trabajará para recuperar la confianza de clientes, socios, inversores y el conjunto de la opinión pública.
De momento, tanto los Estados Unidos como la Unión Europea han anunciado que van a endurecer los controles para detectar el nivel de contaminación de los vehículos. La EPA, la Agencia norteamericana de Protección Ambiental de EEUU, ha enviado una carta a los productores de automóviles indicando que va a llevar a cabo comprobaciones adicionales. "No vamos a entrar en detalles sobre el funcionamiento de las pruebas. No necesitan saberlo", dijo el representante de la EPA, Chris Grundler.
También el comisario de Industria de la UE, Elzbieta Bienkowska, anunció un cambio en el enfoque de los exámenes ambientales con la introducción de un nuevo sistema que incluirá pruebas en condiciones reales de conducción.
En España, el director de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, ha dicho que estudiará si tiene que hacer reclamaciones por el impuesto de Matriculación en el caso Volkswagen, ya que los modelos que emiten menos de 120 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro están exentos de pagar este tributo en España. La filial española de Volkswagen ha pedido perdón en un comunicado oficial y ha asegurado que asumirá toda la responsabilidad y los costes de las medidas que se deban aplicar.
La prensa alemana desveló ayer la existencia de dos avisos previos al estallido del escándalo relacionado con el sistema de control de emisiones, en 2007 y 2011.
Mensaje tranquilizador
La compañía está trabajando "con la máxima urgencia" para esclarecer las irregularidades detectadas sobre el uso de un software en los motores diésel de algunos de sus modelos e intenta enviar un mensaje tranquilizador a los propietarios de sus vehículos subrayando que todos los automóviles afectados "son absolutamente seguros y aptos para la circulación". De momento, todos los modelos diésel con motores TDI 1.6 y 2.0 están bajo sospecha. Marcas que pertenecen al grupo como VW Golf y Polo, Seat Ibiza y León, Octavia de Skoda o Audi A3 están equipadas con este motor. La empresa deberá precisar cuáles son los vehículos afectados, lo cual requiere "tiempo para realizar un análisis de las circunstancias y tiempo para arrancar las medidas técnicas".
Seat ha reconocido que instaló medio millón de los motores investigados. Sindicatos y trabajadores de la empresa han mostrado su preocupación por los efectos que el caso Volkswagen pueda tener en la plantilla. El grupo automovilístico asegura que no hay riesgo para la inversión de 4200 millones de euros anunciada para las plantas españolas en mayo. Como consecuencia del escándalo, Volkswagen ha tenido que reestructurar su equipo directivo en un tiempo récord.
Los cambios en el organigrama afectan a España. Jürgen Stackmann dejará de ser el presidente de Seat para convertirse en el máximo responsable de ventas mundial de la marca Volkswagen. Su sucesor a partir del próximo 1 de octubre en la marca española será el italiano Luca de Meo, ahora responsable de ventas y marketing de Audi.
El presidente interino del Consejo de Supervisión de Volkswagen, Berthold Huber, presentó al nuevo jefe, Matthias Müller, como una persona "de gran competencia social, empresarial y estratégica". Y así se ha cerrado la semana más complicada del mayor fabricante de automóviles del mundo.
Müller fue contundente tras su nombramiento: "mi tarea más urgente es recuperar la confianza para el Grupo Volkswagen, no dejar piedra sin mover y actuar con la máxima transparencia, así como la elaboración de las conclusiones correctas de la situación actual". El nuevo presidente y su equipo se enfrentan al reto de gestionar las consecuencias comerciales y judiciales de la falsificación de emisiones contaminantes de sus vehículos diésel, que todavía son difíciles de valorar. Volkswagen ha reservado 6.500 millones de euros de sus cuentas para hacer frente al proceso, pero solamente en EEUU la compañía puede ser sancionada con multas que le costarían hasta 16.000 millones de euros.
Otro desafío para Müller será recuperar el mercado chino, donde las ventas de VW han caído este año casi un 6 por ciento. De momento, parece que el escándalo de las manipulaciones no afecta a los vehículos fabricados en China, según afirmó ayer la propia empresa
Formado como fabricante de herramientas y con estudios de computación, Müller comenzó a trabajar en Audi en 1977. En 2003 fue responsable de las líneas de productos de Audi y Lamborghini y continuó ascendiendo en la firma hasta que en 2010 se convirtió en presidente de Porsche. Porsche y Audi son dos de doce marcas de Volkwagen. La carrera de Müller está vinculada a Winterkorn. Cuando éste accedió a la presidencia de Volkswagen en 2007, le puso al cargo del departamento de Proyectos. Desde 2010 ha sido el presidente y consejero delegado de Porsche, unos cargos que mantendrá hasta que se encuentre un sucesor.
Las dimensiones de la crisis
Pocos años han sido tan ajetreados para Volkswagen como 2015. El fabricante de automóviles protagonizó en abril una sonada lucha interna de poder entre el jefe del Consejo de Supervisión y patriarca de la compañía, Ferdinand Piëch, y el presidente ejecutivo, Martin Winterkorn. Piëch, nieto del creador del Escarabajo que ha estado al frente del Grupo Volkswagen durante 22 años, tuvo que dimitir al no conseguir el apoyo de la junta directiva para forzar la renuncia de Winterkorn, de quien dijo públicamente sentirse "distanciado". El presidente ejecutivo salió reforzado de la batalla y ayer estaba previsto que se renovara su mandato hasta 2018. Pero el escándalo de las emisiones ha dado un giro a los acontecimientos y Winterkorn, al frente de la compañía desde 2007, se vio obligado a presentar su renuncia el miércoles pasado.
Las cifras de 2014 revelaban que el año pasado VW vendió más de diez millones de automóviles por primera vez en su historia. Su beneficio neto se acercó a los 11.000 millones y su volumen de ingresos superó los 200.000 millones. El primer semestre de 2015 siguió la misma tendencia y con 5,04 millones de unidades vendidas Volkswagen se convirtió en la mayor compañía de vehículos del mundo, al superar en ventas a la japonesa Toyota.
Asmismo, hay quien especula que Piëch podría estar detrás de la filtración del escándalo, que se produjo justo una semana antes de ratificar a Winterkorn en el cargo. Si fuese así, Piëch puede considerarse de alguna forma el ganador en la competición por el control de la empresa.
Por otra parte, y en medio del escándalo de la compañía alemana, la familia Porsche anunció ayer que ha adquirido del grupo japonés Suzuki un 1,5 por ciento de acciones comunes del grupo Volkswagen, con lo que su paquete accionarial en el mayor fabricante de vehículos del mundo asciende al 52,2 por ciento.
El Holding Porsche no ha dado cuenta del volumen de la transacción, que se hará efectivo el próximo 30 de septiembre, aunque Suzuki ha anunciado una ganancia extraordinaria para este trimestre cifrada en 304 millones de euros.

Cronología del escándalo
Viernes 18
Estalla la polémica. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) acusa a Volkswagen de violar la Ley de Aire Limpio, alegando que el fabricante alemán de automóviles ha equipado sus coches diesel vendidos en norteamérica con un software que elude las normas de emisión de gases contaminantes. Se empieza a especular con que puede haber alrededor de medio millón de vehículos afectados. Se trataría, en principio, de los modelos Volkswagen Jetta, el Golf, el Passat y el Audi A3. El fabricante alemán se enfrenta a la mayor crisis de su historia, pero el escándlo se limita sólo a Estados Unidos.
Domingo 20
La empresa reconoce las violaciones medioambientales. El presidente ejecutivo del grupo automovilístico, Martin Winterkorn, pide disculpas en un comunicado y anuncia que la empresa ha solicitado que se lleve a cabo una investigación externa para aclarar el caso. Volkswagen puede enfrentarse a multas por un valor de hasta 18.000 millones de dólares, unos 16.000 millones de euros al cambio actual.
Lunes 21
La empresa sufre un desplome en bolsa. La acción de Volkswagen en la Bolsa de Frankfurt cae un 17 por ciento, lo que le supone pérdidas que ascienden a 15.000 millones de euros. Varias voces empiezan a pedir la dimisión de Winterkorn. El Gobierno alemán se muestra preocupado por la imagen exterior de su industria, y el vicecanciller, Sigmar Gabriel, espera que el caso sea una "penosa excepción" dentro del sector.
Martes 22
Once millones de coches. El escándalo empieza a cobrar dimensiones planetarias. La empresa alemana confiesa que el fraude no afecta sólo al medio millón de vehículos detectados en un principio Estados Unidos, sino que se han equipado once millones de coches en todo el mundo desde el año 2004 con el software que manipula los resultados de los controles de contaminación. Estados Unidos inicia una investigación penal mientras Italia, Francia, Alemania y Corea del Sur anuncian que revisarán el caso. En Bruselas crecen las presiones para que se abra una investigación a todo el sector. La sombra de la sospecha crece sobre toda la industria automovilística. El Gobierno español opta por la discreción y no se pronuncia al respecto.
Miércoles 23
El CEO dimite. El presidente y consejero delegado de Volkswagen, Martin Winterkorn, presenta su dimisión pero niega haber estado al tanto del fraude en la emisión de gasses. Tras la reunión del Consejo de Supervisión de Volkswagen, el presidente ejecutivo de la compañía anuncia su dimisión aunque subraya que no ha hecho "nada malo". La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pide a la Comisión Europea que investigue las emisiones contaminantes y el consumo de combustible de los coches que se venden en Europa.
Jueves 24
La crisis llega por primera vez a España. Seat admite haber instalado en parte de sus vehículos los motores manipulados de Volkswagen desde 2009. El diario 'El País' publica que hay medio millón de vehículos que se han montado en las instalaciones de Martorell. El presidente de la filial española de Volkswagen asegura que la inversión de 3.300 millones previstos para España en los próximos cinco años no está en riesgo. Pese a la manipulación de motores, se hace público además que el hasta ahora presidente y consejero deelgado de Volkswagen podría recibir una compensación de hasta 60 millones de euros, dependiendo de cómo la empresa calcule su despido. Crece además la duda sobre otros fabricantes y BMW se hunde en bolsa después de que una revista especializada alemana destapara que el motor del X3 supera en once veces las emisiones permitidas.
Viernes 25
elEconomista adelanta que los modelos que Seat ha montado en la planta de Martorell (Barcelona) son el Ibiza, el Altea, el León y Exeo entre 2009 y 2014. Se corresponden con el motor TDI 2.0. Seat lanzó justo a continuación un plan de liderazgo medioambiental y reducción de las emisiones entre los años 2008 y 2014. Matthias Müller, máximo responsable hasta ahora de Porche, es nombrado nuevo presidente del grupo Volkswagen en sustitución de Winterkorn. En España, el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, afirmó además el viernes que la institución estudiará "con tranquilidad" las implicaciones fiscales del caso Volkswagen en relación a las exenciones en el Impuesto de Matriculaciones para vehículos poco contaminantes. El fabricante surcoreano de automóviles Hyundai anuncia, por otro lado, que ha llamado a revisión 569.500 unidades de sus modelos Sonata y Accent en Estados Unidos por eventuales problemas en el sistema de propulsión y en la iluminación, según una comunicación remitida a la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico por Carretera de Estados Unidos (NHTA, por sus siglas en inglés).