Llegan las vacaciones y para muchos moteros la ocasión de hacer "el viaje" esperado durante todo el año. No es lo mismo una "salidita" de fin de semana que un recorrido largo, en condiciones de calor y con la moto cargada con el equipaje.
Ni que decir tiene que los que elijan rumbo Sur se enfrentarán a condiciones de temperatura cada vez más elevadas a medida que se vayan aproximando al Ecuador. No obstante, salir de viaje en moto en pleno verano requiere una serie de consideraciones y precauciones para que nuestra ruta no se convierta en un "infierno".
1.- Minimice la exposición. La piel tarda muy poco tiempo en quemarse durante el verano sobre la moto. El sol y el viento seco tienen un gran poder abrasivo y cualquier parte del cuerpo que no esté debidamente cubierta sufrirá una seria quemadura en un par de horas de viaje. Zonas como la nuca son especialmente sensibles a la acción del sol. Un pañuelo ligero que podremos humedecer en las paradas nos ayudará a evitarlo y a refrigerar el cuello.
2.- Hasta temperaturas ambiente de 40 grados como máximo, la ropa técnica de moto con aberturas específicas de ventilación será suficiente para protegernos y conservar una temperatura corporal soportable. Por encima de ella, tendremos que portar ropa interior muy ligera y transpirable para evacuar al máximo el calor y la sudoración.
Evite cualquier elemento que nos pueda oprimir el cuerpo como el cinturón o los cierres del cuello o de las mangas. No olvidae abrir las tomas de ventilación del casco, que garantizarán una óptima circulación de aire.
3.- Sin embargo, no hay que confiarse. En moto bajo una temperatura elevada podemos sufrir un peligroso mareo o incluso un golpe de calor si no tomamos ciertas precauciones. La primera es viajar bien hidratados: parar frecuentemente y reponer líquidos es la única manera de mantener una buena hidratación. La falta de líquido también puede propiciar calambres musculares y acelera el cansancio durante el viaje.
4.- No olvide que, en moto, nuestro cuerpo debe ser completamente protegido por una vestimanta adecuada. Que sea verano no cambia este hecho y no hay que prescindir nunca de la protección. Elija una buena chaqueta de tejido resistente con espaldera, coderas y hombreras. A ser posible de color claro para aislar mejor del calor.
Si utiliza la chaqueta de invierno, desmonte el forro térmico y abra las aberturas de refrigeración. En cuanto a los pantalones, también tienen que ser antiabrasivos en caso de caída (por ejemplo con protecciones de ligero kevlar), a ser posible de material textil pues el cuero es muy caluroso, y dotados de un forro transpirable. Lleve guantes de verano, con buenas protecciones pero perforados para refrigerar las manos. En cuanto al casco, elegir siempre un integral por seguridad. Es bueno que su interior sea desmontable y lavable, lo agradecerá después de un largo viaje.
Las viseras con filtro solar homologadas serán muy útiles para evitar deslumbramientos y recalentamiento del interior pero, atención, nunca deberemos utilizarlas por la noche. Es mejor llevar una transparente y cambiarla cuando proceda, sin olvidarnos de unas buenas gafas de sol polarizadas. Para el calzado, hoy el mercado nos ofrece botas muy ligeras, bien protegidas con refuerzos pero con sistemas de aireación muy eficaces. Es mejor gastarse un poco más de dinero e ir bien calzados por la importancia que tiene en cuanto a seguridad.
5.- Si emprendemos viaje a zonas especialmente extremas en cuanto a altas temperaturas, existe ropa de moto hecha de tejidos especiales que facilitan la transpiración mediante la "evaporación en frío" y equilibran de forma constante la temperatura del cuerpo.
6.- A la mínima sensación de agobio, visión borrosa, mareo, calambres o nauseas, pare inmediatamente en algún lugar a ser posible sombreado y fresco para descansar y beber pausadamente. Quitarnos la chaqueta y humedecernos la camiseta también ayudará a reducir la temperatura corporal. No espere nunca a realizar una parada ante la aparición de estos síntomas, preludio de un estado que nos puede suponer un grave accidente.
7.- Cuando las temperaturas sean muy extremas, por encima de los 40 grados, es mejor no viajar durante las horas centrales del día. Es mejor hacer una primera etapa a primera hora y una segunda al atardecer, cuando el sol ya declina. Es el truco que se ha utilizado desde siempre por los viajeros del desierto, evitando los momentos de mayor temperatura. Viajar en moto en esas condiciones es muy peligroso pues la deshidratación y el agotamiento se aceleran. El calor desprendido por la propia moto agrava la situación, en mayor o menor grado según los diferentes modelos y la velocidad a la que se pueda viajar.
Además, a esas temperaturas, la moto sufre por una refrigeración deficiente en su motor de los circuitos del agua y del aceite. Sobre todo en las motos de gran turismo carenadas, en las que el motor está más aislado del exterior, dificultando la evacuación del calor.
8.- Es muy importante abordar el viaje con la moto en perfectas condiciones mecánicas. Neumáticos, niveles y frenos han de estar preparados para trabajar en condiciones más exigentes que en invierno. Evitarnos una molesta avería y quedarnos tirados en mitad del viaje ya es razón suficiente para revisar a conciencia nuestra montura.
9.- Coloque bien el equipaje repartido por nuestra moto. Bolsa sobre el depósito, parrilla portabultos trasera y maletas nos ayudarán a equilibrar el peso, siempre procurando no elevar demasiado el centro de gravedad ni perjudicar en exceso la aerodinámica de la moto.
10.- No olvide hacerse bien visible en la carretera mediante adhesivos y chaleco reflectantes. Lleve siempre el teléfono móvil con el máximo de batería y un cargador portátil. Documentación, mapas y tarjeta del servicio de asistencia son también equipo obligado. Y no olvide un buen traje de agua impermeable, aunque sea verano nos puede siempre sorprender un buen aguacero en los sitios más insospechados.
Cómo ir en moto con seguridad
