Motor

Francia subvencionará la eliminación de los coches con motor diésel

Tráfico limitado en París la pasada semana a causa de la alta polución. Foto: Reuters

Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar, dice el refrán. Pues bien, en una reciente visita que ha realizado el presidente de Francia, François Hollande, a la factoría PSA de la localidad de Trémery, ha anunciado un "superbonus" para quien abandone su viejo motor diésel.

Es paradójico que esto ocurra en Francia, el primer país europeo que apostó en su industria por desarrollar los motores diésel a gran escala para los vehículos de turismo.

Ahora bien, el plan de ayudas anunciado por Hollande, una especie de Plan PIVE para mecánicas de gasóleo, está más enfocado a renovar dicho parque que a sustituirlo. Sin embargo, la bajada de la demanda de este tipo de motores, la eficiencia mejorada de los motores de gasolina y la aparición de alternativas eléctricas e híbridas hacen prever un seguro y gran cambio de tendencia en cuanto a la proporción actual de ambos tipos de motorización.

Precisamente, la factoría de Trémery, ubicada en el departamento francés de Mosela y especializada en la fabricación de motores diésel, va a comenzar en breve a montar el nuevo motor turbogasolina de tres cilindros desarrollado por el grupo PSA y que se comenzará a utilizar a partir de 2018 en los modelos de las marcas propias y en algún otro ajeno gracias a las alianzas del grupo francés.

Una ministra anti diésel

El plan de renovación de los viejos diésel, ya muy alejados de la norma Euro 6 que entrará en vigor a partir de septiembre, ofrece unas ayudas muy sustanciosas para eliminar del tráfico los motores de gasóleo más viejos. Ofrecerá 10.000 euros a quienes se deshagan de su coche de gasóleo anterior a 2001 y compren en su lugar un vehículo eléctrico. Si se opta por sustituirlo por un modelo híbrido, el comprador recibirá en ese caso del estado galo 6.500 euros.

Pero a François Hollande se le ha acumulado el trabajo en esta visita a los trabajadores de Trémery. A la vez que daba ánimos al sector, ha tenido que templar gaitas a causa de su ex pareja y compañera en el Partido Socialista, Ségolène Royal. Recién nombrada ministra de Ecología, Desarrollo sostenible y Energía, ha lanzado en el país vecino una virulenta cruzada contra el motor diésel en general.

Hollande ha roto ante los ofendidos trabajadores de la fábrica una lanza en favor del diésel y se ha comprometido desde el gobierno a seguir apoyando este tipo de motor. Y es que en Trémery se fabrica la última generación de los motores Diesel HDI, que cumplen a la perfección con las restricciones de emisiones de la norma Euro 6.

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