
Hoy 7 de enero comienza oficialmente la cuesta de enero. Los excesos navideños se pagan caro, y para muchos el primer mes del año se hace más largo que el viaje de Frodo Bolsón, ya sea por lógicas razones económicas o estéticas, de recuperar el cuerpo bikini (o similar) del que presumían antes de estas entrañables y calóricas fechas.
Esta travesía de enero se les puede hacer más cuesta arriba que algunas de las carreteras más empinadas del mundo, de las que ponemos unos ejemplos a continuación para que nos sirvan de motivación a la hora de cumplir el primer propósito de 2015: sobrevivir a la cuesta de enero.
Lombard Street (San Francisco, EEUU)
Sin duda alguna la calle en pendiente más famosa del mundo. Se encuentra, como no puede ser de otra forma, en San Francisco, la ciudad de las calles en pendiente por excelencia (y donde más persecuciones cinematográficas hemos visto). El tramo famoso en cuestión abarca apenas 200 metros entre Russian Hill y Hyde Street, y salva un desnivel del 27 por ciento gracias a sus ocho curvas de 180 grados (conocidas por aquí como "revueltas" o "paelleras"), si bien hay que decir que la circulación es en un solo sentido: el de bajada.
Son muchos los turistas que acuden hasta aquí para vivir la emoción de estar bajando un puerto de montaña en plena ciudad. Como curiosidad, reseñar que Alfred Hitchcock situó en el número 900 de Lombard Street el hogar de James Stewart, protagonista de uno de sus clásicos, Vértigo (1958).
Canton Avenue (Pittsburgh, EEUU)
La ciudad de Pittsburgh, en el estado de Pennsylvania, presume de tener la calle abierta al tráfico más empinada del mundo, con un desnivel que alcanza el 37 por ciento. Canton Avenue tiene 192 metros de longitud, para salvar una diferencia de altitud de 65 metros.
Durante 6,5 metros de su recorrido, la pendiente llega a alcanzar ese increíble desnivel. Mejor no olvidar poner el freno de mano si tenemos que aparcar en Canton Avenue.
Baldwin Street (Dunedin, Nueva Zelanda)

Aunque la anterior Canton Avenue tiene oficialmente más desnivel, el Libro Guinness de los Récords considera a la neozelandesa Baldwin Street, con un desnivel máximo del 35 por ciento en sus 350 metros de longitud, que te elevan desde los 30 metros sobre el nivel del mar en su inicio hasta los 100 en su cúspide, en la colina de Lindsay Creek. En resumidas cuentas, que cada 2,86 metros recorridos subes un metro de altitud.
Waipi'o Road (Honokaa, Hawái)

La isla principal de Hawái también tiene una 'cuesta de enero de asfalto', la Waipi?o Road, una carretera interurbana cuyo nombre significa 'curvas de agua'. Su kilómetro y medio de longitud tiene una pendiente media del 25 por ciento, aunque alguno de sus tramos llega hasta el 37 por ciento. Tal es su capacidad 'rompefrenos' en las bajadas, que solo están autorizados a circular por ella los vehículos con cuatro ruedas motrices.
Hardknott Pass (Cumbria, Inglaterra)

En Europa también podemos presumir de caminos de grandes pendientes, y nada menos que construidos por los romanos, como la carretera más empinada de Inglaterra, enclavada en pleno Lake District, al noroeste del país, y que une Eskdale con Duddon Valley. Hardknott Pass alcanza cotas del 33 por ciento en su desnivel.
Angliru (Asturias)

El puerto del Angliru, cercano a la localidad asturiana de La Vega, era un simple paso de ganado, de camino al cercano puerto de El Gamonal, solo conocido por pastores y excursionistas hasta que en 1999, la Vuelta a España lo hizo famoso al situar en su cima (1.570 metros de altitud) una de las metas más difíciles del ciclismo mundial por la extraordinaria dureza de su ascensión, salvando desniveles de hasta el 23,5 por ciento, algo casi inhumano para un ciclista.
Y encima, el estreno del puerto en la ronda ciclista española se convirtió en toda una odisea con la victoria del mítico José María 'Chava' Jiménez, apareciendo entre la niebla y batiendo al ruso Pavel Tonkov en los últimos metros. Desde entonces, el Angliru está considerado uno de los puertos más duros del mundo junto al Mortirolo, en Italia.