Porsche Ibérica, filial del grupo alemán para España y Portugal, ha iniciado una reestructuración de su red comercial. La compañía, bajo el control del consorcio Volkswagen, ha decidido tomar el control directo sobre los concesionarios y prescindir de los socios distribuidores que mantenía en ciudades como Barcelona.
En la capital catalana, Porsche Ibérica, que desde 2007 cuenta con un concesionario propio, está negociando la compra de Ibercarrera, una concesión de capital privado que distribuye los automóviles de Porsche desde 1985. Aunque el acuerdo todavía no se han cerrado, el objetivo de la empresa alemana es unificar en un sólo concesionario todos los servicios, ya que actualmente Ibercarrera y Centro Porsche Barcelona compiten entre ellos.
Según el socio director de Ibercarrera, Miguel Freitas, "las conversaciones todavía están abiertas y no podemos comentar nada". Por su parte, un portavoz oficial de Porsche Ibérica negó las negociaciones. La intención de la empresa alemana es recomprar la concesión de Ibercarrera y posteriormente abrir una nueva superficie de exposición en la parte alta de la ciudad de Barcelona.
Ibercarrera está controlada por su presidente, Manuel López Rodríguez, y la familia Balanya Martí. Actualmente, posee 2.000 metros cuadrados de exposición en el Paseo de Sant Gervasi y un concesionario en Sant Just Desvern (Barcelona). Por su parte, Centro Porsche Oficial cuenta con un edificio en L'Hospitalet (Barcelona).
La reestructuración de la red coincide con una previsión de aumento de las ventas. Para 2014, la multinacional calcula que se venderán 2.000 Porsche en España. Este aumento se debe al lanzamiento del Porsche Macan. Según el director general Porsche Ibérica, Tomás Villen, "el Macan nos está generando un tráfico en los concesionarios muy elevado".
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