
La autopista de peaje entre Madrid y Guadalajara, la R-2, se ha declarado en concurso voluntario de acreedores, según publica hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Henarsa, la sociedad concesionaria de la R-2 y participada por Abertis, ACS, Acciona y Bankia, negoció el pasado enero con las entidades financieras aplazar uno de los pagos del principal de la deuda, que en su conjunto supera los 400 millones de euros.
La R-2 discurre entre la madrileña M40 y Guadalajara a lo largo de 62 kilómetros y consta de dos tramos. La empresa también gestiona la circunvalación de la M-50 (subtramo entre la A1 y la A2).
La notable caída del tráfico, el sobrecoste de las expropiaciones, la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos, el incremento de los carburantes y la existencia -en muchas ocasiones- de carreteras gratuitas que cubren el mismo trayecto, ha llevado a siete autopistas de peaje al concurso de acreedores.
Insostenible situación de las autopistas de pago
Junto a la R-2, la AP-41, que conecta Madrid y Toledo; la AP-36, que discurre entre Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete); la R-3, entre Madrid y Arganda; la R-4, cuyo trazado discurre desde la M-50 (Madrid) hasta Ocaña (Toledo); la R-5, entre Madrid y Navalcarnero, y la que discurre entre Cartagena (Murcia) y Vera (Almería) se han visto abocadas al concurso de acreedores, arrastradas por una deuda conjunta de más de 3.500 millones.
El Ministerio de Fomento negocia desde hace tiempo con constructoras, concesionarias y entidades financieras la creación de una entidad similar a la extinta Empresa Nacional de Autopistas (ENA).
Inicialmente, estaba previsto que el valor residual de estas concesiones representase el 20 % del capital de la empresa, en tanto que el 80 % restante será controlado por la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (Seittsa). Sin embargo, las concesionarias han reclamado a Fomento controlar más del 40 % del capital de la sociedad. Por el momento, no se ha llegado a un acuerdo entre todas las partes implicadas en las negociaciones.
A cierre del primer trimestre del año, el tráfico en las autopistas de peaje españolas se desplomó el 7,7 % hasta contabilizar una media diaria de 13.357 vehículos, volumen que se remonta a los niveles que se registraban hace dieciséis años.