Es ya de por sí un cupé espectacular, pero a este A5 ha habido que rebajarle la distancia al suelo, aumentar sus llanta y añadirle algún que otro pequeño aditamento aerodinámico para convertirlo en el digno sucesor del Audi Quattro. Bajo el capó, también se hace justicia a este honor: el motor de ocho cilindros del S5 rinde 354 CV a 7.000 rpm, con un par de 440 Nm. Con ello, acelera hasta los 100 km/h en apenas 5,1 segundos.
Tiene su contrapartida en los 12,4 litros como cifra homologada para su consumo medio (números que en la vida real acaban disparándose casi sin darnos cuenta). Y nada que objetar a una mecánica a la que le sobran caballos por todas partes, lo que le permite desenvolverse con facilidad por la ciudad, sin necesidad de demasiados cambios de marchas.
Con la tracción integral, el cambio de seis relaciones y su nuevo tren de rodaje, se convierte en uno de los grandes turismos mejor adaptados a la conducción deportiva. Para un diseño de motor longitudinal con tracción frontal o a las cuatro ruedas, el eje delantero está colocado muy adelante. Esta nueva arquitectura brinda una batalla larga y un voladizo delantero corto, y mejora la distribución de carga entre los ejes.
Característica técnicas
La suspensión de las ruedas traseras se ha diseñado como eje de brazos trapezoidales con una nueva cinemática, y todas las piezas principales están fabricadas en aluminio. El freno de estacionamiento electromecánico de serie, ya conocido del A8 y el A6, se acciona mediante un pulsador situado al lado de la palanca de cambio. Y como ayuda a la conducción cuenta con el sistema de tracción ESP, que ofrece dos niveles de desconexión.
Se trata de un coche muy confortable para los viajes largos. Las plazas traseras, válidas para dos adultos únicamente, son un poco estrechas pero el tradicional problema de los cupés -dar con la cabeza en el techo- aquí no existe. Y sorprende, asimismo, la amplitud del maletero. No obstante, el principal motivo que mueve a comprar un cupé es el diseño, y en esto, las diferencias entre el S5 y el A5 son discretas pero decisivas: la parrilla está pintada en color gris platino, característica específica de los modelos S de Audi, y cuenta con inserciones cromadas verticales.
Tanto el parachoques delantero como el trasero presentan una forma muy marcada, con una hoja de aluminio que decora la rejilla de las entradas de aire. Las carcasas de los retrovisores en diseño también de aluminio, las molduras de las taloneras pintadas en el color del vehículo o el sistema de escape de dos tramos con cuatro tubos finales ovalados, le otorgan al vehículo un toque especial. El equipamiento de serie incluye, además de las llantas de 18 pulgadas o los asientos deportivos S con ajuste eléctrico, los faros de xenón plus y el climatizador automático.