
Tras una redada en las oficinas de Hyundai Motor en Seúl, los oficiales decomisaron fajos de documentos y discos duros informáticos. A las pocas semanas de producirse las confiscaciones durante el mes de marzo del pasado año, algunos de los altos ejecutivo de la empresa, entre los que se encontraba el presidente, Chung Mong Koo, fueron arrestados
El asunto saltó a los titulares de la prensa dos semanas más tarde, cuando Chung, declarado en febrero culpable del desvío de 100 millones de dólares estadounidenses de capital de la empresa a un fondo destinado a sobornos para comprar favores políticos, apeló contra una sentencia que le condena a tres años de prisión.
No está claro todavía si Chung ingresará en la cárcel -otros esfuerzos anticorrupción parecidos realizados en el pasado contra grandes empresas coreanas se han esfumado y se ha ejercido una gran presión para que se suspenda la sentencia-.
Los defensores de Chung mantienen que la encarcelación del presidente de 69 años de edad ocasionaría graves daños al rendimiento de Hyundai Motor en un momento crítico para este gran fabricante de vehículos surcoreano.