Ferrari siempre ha sido una marca asociada a lujo, exclusividad, calidad y fiabilidad. Sin embargo, la mítica casa italiana no vive su mejor momento. Así, ha tenido que llamar a revisión todos los vehículos del modelo 458 Italia fabricados en 2010 (la cifra asciende a 1.248), después de que algunas unidades de esta línea ardieran de forma espontánea estos meses en EEUU, Francia, Suiza y China.
La decisión ha sido tomada después de que un grupo de ingenieros de Ferrari se trasladara a los países donde ocurrieron los incidentes para estudiar las circunstancias de cada caso. Al parecer, el problema lo está ocasionando el pegamento que se utiliza para fijar el guardabarros, que puede arder si es expuesto a altas temperaturas, informa la BBC.
"En algunos casos, el pegamento puede sobrecalentarse, provocar humo e incluso fuego", confirmó un portavoz del fabricante italiano en declaraciones a la cadena británica.
Un incendio muy caro
Esto supone un golpe a la imagen de Ferrari, que fabrica vehículos de alta gama muy exclusivos y de edición limitada. De hecho, el modelo que va a ser revisado cuesta nada menos que 260.000 dólares.
La casa italiana ha asegurado que dará otro vehículo a los clientes que perdieron el suyo entre las llamas, mientras que en el resto sustituirá la pieza defectuosa.
Además, ha confirmado que las unidades del 458 Italia que salgan de fábrica a partir de ahora lo harán con el problema ya solventado.
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