
El fabricante alemán de automóviles deportivos Porsche, en proceso de integración con Volkswagen, registró unas pérdidas después de impuestos de 700 millones de euros en los nueve primeros meses de su año fiscal 2009-2010, frente a un beneficio de 4.200 millones de euros en el mismo período del ejercicio precedente.
La compañía con sede en Stuttgart ha explicado que esta abrupta caída de sus ganancias es consecuencia del impacto sobre sus resultados de las medidas de reestructuración adoptadas, y ha recordado que en el ejercicio anterior sus beneficios recogieron una aportación extraordinaria procedente de las opciones sobre acciones de Volkswagen (VOW.XE) que ostentaba.
Ejercicio con pérdidas
En todo caso, Porsche ha subrayado que los resultados de los nueve primeros meses de su ejercicio (entre el 1 de agosto de 2009 y el 30 de abril de 2010) mejoran sus previsiones y anticipa que espera cerrar el año fiscal 2009-2010, que concluirá el próximo 31 de julio, con unas pérdidas inferiores a 1.000 millones de euros, cifra que mejora las estimaciones iniciales de la empresa.
La cifra de negocio de la corporación germana se incrementó un 11,8% en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, con 5.200 millones de euros, mientras que el resultado operativo arrojó un beneficio de 600 millones de euros.
Ventas estables
Por lo que respecta a los resultados comerciales, las ventas se mantuvieron estables, con 53.605 unidades (30 coches menos que en los nueve primeros meses del año fiscal 2008-2009), de las que 13.906 unidades correspondieron al nuevo Panamera, lanzado al mercado en septiembre de 2009.
Además, Porsche comercializó 18.932 unidades del todoterreno Cayenne, un 23,3% menos, dado que este modelo acaba de ser renovado. Las ventas del 911 bajaron un 35,1%, con 13.137 unidades y las del Boxster (incluyendo el Cayman) se redujeron un 12,2%, con 7.630 unidades.