El préstamo aprobado por el Banco Europeo de Inversión (BEI) a la firma automovilística Saab con motivo del acuerdo de compra alcanzado con Koegnisegg se ha convertido en la principal traba encontrada por el fabricante de vehículos deportivos Spyker para cerrar la adquisición de la filial sueca de General Motors, según informaron fuentes cercanas a la operación.
Dichas fuentes explicaron que Spyker, General Motors y Saab están trabajando para cerrar el acuerdo antes de finales de año, fecha límite para la venta establecida por el consorcio estadounidense, aunque destacaron que hay algunos puntos controvertidos, entre los que se encuentra la financiación.
El BEI aprobó el pasado mes de octubre un crédito de 400 millones de euros para Saab, a raíz del principio de acuerdo para su venta alcanzado con el fabricante de vehículos 'súper deportivos' Koegnisegg, pero éste finalmente retiró su oferta y el préstamo ha quedado en el aire, según informa el diario Financial Times.