
Miguel Sebastián, ministro de Industria, advirtió este viernes que "es baja la probabilidad" de que España dé dinero público a General Motors (GM) para reestructurar Opel. Y puso como condición que los trabajadores apoyen el plan de GM, y que sea rentable.
Las declaraciones de Sebastián se produjeron tras su reunión este viernes en Bruselas con sus homólogos europeos y Nick Reilly, el nuevo responsable en Europa de la multinacional estadounidense. Reilly no presentó un plan de reestructuración. Según Sebastián, sólo hizo una presentación "poco concreta y hábil, para tocar la fibra sensible" de los Gobiernos europeos.
Cuando GM presente su plan a finales de diciembre o inicios de enero, la Comisión Europea analizará si es legal y viable en un plazo de entre 10 y 14 días. Sólo cuando el plan reciba el aval de Bruselas, los Estados de la UE podrán ofrecer subsidios.
GM calcula que la reestructuración costará 3.300 millones de euros, y pide 2.700 millones de ayudas públicas. Habrá unos 8.300 despidos en toda Europa. La intención de todas las partes es acabar con la incertidumbre en enero.