El mercado del motor surcoreano, coto de Hyundai, permitió recientemente la implantación de Toyota en su territorio, un hito histórico y tardío que se ha coronado con el anuncio de que el Camry fue el automóvil más importado a Corea del Sur en noviembre.
No han pasado más de dos meses desde que el gigante japonés Toyota, primer fabricante mundial, abrió su primera sede en Seúl, poniendo una pica en un mercado donde la práctica totalidad de los vehículos son de manufactura nacional.
Fueron apenas 450 unidades del Camry las que han permitido a este modelo ser el automóvil extranjero más vendido de noviembre en un país donde se compran 1,2 millones vehículos anuales, pero es un dato significativo para las relaciones entre dos competidores que cada vez luchan en más mercados.
