Porsche sigue de celebraciones por el 50º cumpleaños de su exitoso 911, el deportivo de cuatro plazas alemán por excelencia. Pero en esta ocasión la fiesta la pone otro, Mini, que identifica el estilo clásico de sus coches con el de este mítico Porsche también se suma a las felicitaciones, olvidando que ambos pertenecen a automovilísticas rivales (BMW y Volksagen).
Pese a que admite que no hay mucho en común entre ambos modelos, desde Mini consideran que la popularidad que comparte con el 911 como "coches de culto" merece unas felicitaciones "especialmente cordiales". La filial de origen británico del grupo BMW reconoce el éxito de un 911 "que en su segmento sigue siendo el número 1" con más de 800.000 vendidas a lo largo del último medio siglo.
Además, Mini también se identifica con ese carácter vanguardista que siempre ha caracterizado al Porsche 911, llevando la innovación por bandera durante toda su historia, sin perder ni un ápice del estilo y la calidad de sus orígenes, a pesar de haber transcurrido ya siete generaciones.
El duelo entre Mini y el Porsche 911
Por último, la reconocible marca de pequeños coches ha hecho hincapié también en la importancia del mundo de la competición para la consagración como esos automóviles de cultos que son. A raíz de ello, Mini ha querido recordar a su favor una anécdota que tuvo lugar en 2010, cuando retó a Porsche a competir el circuito Road Atlanta.
En el duelo, un Mini Cooper S de 184 CV se enfrentó a un Porsche 911 Carrera de 345 CV por un trazado sin rectas largas, para que aquél tuviera una oportunidad. Al final, el 911 le sacó dos segundos al Cooper S, aunque Mini también recuerda que calcularon que cada segundo de ventaja le costaba al cliente 38.000 dólares estadounidenses. "Así, la derrota en esta carrera de carácter anecdótico resulta menos dolorosa", concluyó la firma británica.