
Fernando Alonso (que logró su segunda victoria de esta temporada este fin de semana en Japón) no correrá en Ferrari ni en BMW, al menos la temporada que viene. Los principales equipos que conforman la parrilla de Fórmula 1 ya han confirmado a sus parejas de pilotos para la temporada que viene y el asturiano se ha quedado fuera de los planes de las escuderías más potentes.
Descartado McLaren por la tormentosa temporada que pasó allí Alonso, Ferrari y BMW se antojaban los destinos más apetecibles para el bicampeón del mundo, pero ambas han preferido seguir confiando sus volantes a los hombres que los han defendido esta campaña. Los rumores que situaban al piloto español en la escudería italiana finalmente se han quedado en nada, aunque la mayoría de los expertos en el mundo del automovilismo coincide en que Alonso acabará pilotando, tarde o temprano, un bólido rojo.
Renault le promete un coche competitivo
Con este panorama, el futuro de Fernando Alonso pasa probablemente por seguir una temporada más en Renault, un equipo que este año no le ha dado un coche lo suficientemente competitivo como para pelear por el Mundial, pero que ha prometido hacerlo para la temporada que viene.
La escudería del rombo sólo tiene, hoy por hoy, un rival que acecha a su gran estrella: Honda, que ha ofrecido al asturiano un año de contrato por una importante cantidad de dinero, lo que le permitiría fichar por Ferrari en 2010. Aún así, parece poco probable que el bicampeón del mundo vaya a marcharse a un equipo con un monoplaza que está todavía más lejos de los favoritos al título que el propio Renault.
La escudería francesa seguirá contando con el hombre que les dio sus últimos títulos, a la espera que la nueva reglamentación, en la que se eliminarán todos los pequeños alerones y provocará que los equipos tengan que reorganizar toda la aerodinámica de los coches, les beneficie e iguale la competición.
Ya la temporada pasada Alonso renunció a los 60 millones de euros por campaña que le ofrecía Toyota para regresar a Renault, cobrando 35 millones. Tras un año con resultados mediocres, el caché del piloto español ha vuelto a dispararse después de sus dos victorias consecutivas en los dos últimos grandes premios - Singapur y Japón- donde demostró seguir atesorando un talento inigualable.
Animal mediático
La discreta campaña en cuanto a resultados de Alonso no le ha restado un ápice de tirón mediático en nuestro país, como demuestran sus numerosos contratos publicitarios o las cifras de las retransmisiones de las pruebas del Mundial de Fórmula 1 a través de Telecinco. Aún no se han confirmado los datos de audiencia de la última carrera, pero la victoria del asturiano en el Gran Premio nocturno de Singapur fue seguida por 5,2 millones de telespectadores (más del 41 por ciento de la audiencia), un gran resultado para tratarse de un domingo al mediodía.
Tampoco la atracción que ejerce el piloto asturiano sobre las grandes marcas de nuestro país ha decrecido. Patrocinadores como Buckler, Grupo Pinar, Silestone, Europcar y un casi interminable etcétera han elegido al automovilista como reclamo publicitario de eficacia probada, ya que prácticamente todas las marcas que le han elegido como icono en los últimos años han mejorado sus resultados de ventas o su imagen.
Las cifras que la estrella de Renault ingresa hoy en día por publicidad se desconocen, aunque es probable que estén muy cercanas a lo que gana por conducir su monoplaza. Gracias a estos emolumentos se ha convertido en el deportista español mejor pagado de todos los tiempos. Y es que Alonso es la indiscutible estrella del Mundial de Fórmula 1 a pesar de sus resultados, como demuestra el hecho de que sus referencias en Internet multipliquen las de cualquier otro piloto. El asturiano aparece en más de diez millones de páginas web, mientras que el siguiente es Lewis Hamilton, con más de cuatro millones.
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