Por John O'Brien
SEPANG, Malasia (Reuters) - La Formula 1 llega esta semana a Malasia para el segundo Gran Premio de la temporada, donde el dominio absoluto de Mercedes quedará en un segundo plano ante la incorporación tardía de Fernando Alonso.
El Gran Premio de Australia que abrió la temporada rozó el absurdo ya que el actual campeón, Lewis Hamilton, lideró junto a su compañero de equipo Nico Rosberg una carrera en la que sólo 13 de los 20 coches continuaron en pista tras la primera vuelta.
Fallos mecánicos, coches poco preparados y lesiones representaron la mayoría de las retiradas, pero el bicampeón del mundo Alonso ni siquiera viajó a Melbourne tras el accidente de pretemporada el mes pasado en Barcelona tras su regreso a McLaren.
Tras quedarse al margen de la competición para evitar el síndrome de impacto súbito, Alonso estará deseando volver a un equipo donde pasó una temporada infeliz en 2007, pero la alegría de su vuelta podría durar poco, a juzgar por el rendimiento de McLaren en Australia.
Con dificultades para conseguir ritmo y fiabilidad en el motor del nuevo Honda, su compañero de equipo en McLaren, Jenson Button, solo pudo cruzar la línea de meta de Albert Park en el puesto 11, mientras que el sustituto de Alonso, Kevin Magnussen, no pudo comenzar la carrera por problemas de motor.
El español confiará en que el equipo pueda realizar mejoras importantes desde la carrera de Australia de hace dos semanas y al menos poder tener un coche lo suficientemente competitivo como para seguir el ritmo de sus competidores, algo que estuvo fuera de su alcance en Melbourne.
"Seguí muy de cerca el Gran Premio de Australia y estuve en contacto con el equipo desde el momento en que llegaron", dijo Alonso sobre la carrera.
"Está claro que tenemos mucho trabajo por delante pero el resultado de Jenson en Melbourne fue motivador en cuanto a fiabilidad y recogida de datos, algo extremadamente importante", añadió.
