LONDRES (Reuters) - Daniel Ricciardo tendrá el número tres en su coche cuando debute con Red Bull al lado de su compañero de equipo y campeón del mundo Sebastian Vettel en el Gran Premio de Australia el 16 de marzo.
Como explicó a principios de año, había buena razones para elegirlo.
Fue el primer número con el que compitió con nueve años en un kart en su ciudad de origen, Perth, y lo usó cuando ascendió a la competición de monoplazas.
También fue el número que el héroe de su infancia Dale Earnhardt, "el intimidador", utilizó durante la mayor parte de su carrera como "el hombre dentro del coche negro" de NASCAR ganando siete campeonatos de la Copa Winston.
Aunque hay otra razón excelente: tres es mejor que dos cuando tu compañero de equipo tiene el número uno de campeón en su coche.
Ningún piloto de la Fórmula Uno quiere llevar el "número dos" en su coche, incluso si es una etiqueta a la que el australiano de 24 años se enfrenta al tener el asiento más caliente de la Fórmula Uno al ser el compañero de un campeón que lo ha sido cuatro veces y que sólo tiene dos años más que él.
Mark Webber, el compañero australiano de Vettel hasta el final de la pasada temporada, tuvo que correr con el dos en su coche durante años porque los números se adjudicaban según el campeonato de constructores.
"Nada mal para un conductor con el número dos", dijo Webber en unas famosas y afiladas declaraciones dirigidas a su equipo cuando ganó en Silverstone en 2010.
Con el nuevo reglamento, Ricciardo puede elegir él mismo y el tres supone toda una declaración: no es el número uno, pero nunca será el número dos tampoco.
El australiano tiene por delante un duro reto. Vettel eclipsó a Webber la temporada pasada, cuando el controvertido alemán ignoró órdenes de equipo en Malasia y después ganó las nueve últimas carreras seguidas.
Vettel esperará llevar la voz cantante de nuevo este año mientras Ricciardo, que llega desde el equipo hermano Toro Rosso, no tiene ni siquiera un podio entre sus logros y le queda mucho por aprender. Pero no será un pusilánime.
"Evidentemente no espero ser tratado como Dios. No soy el campeón del mundo, pero al mismo tiempo me han asegurado que voy a recibir un trato igualitario, la misma longitud de la pajita, como lo quieras llamar", dijo el australiano a periodistas.
"Me tengo que ganar un hueco en este equipo. Es bueno saber que vamos a tener lo mismo, pero claramente quiero, después de un tiempo, hacer saber al equipo que soy capaz de conseguir buenos resultados también".
EXTREMADAMENTE RÁPIDO
La primera tarea es aprender todo lo que pueda del hombre del garaje de al lado.
"Supongo que es un poco como un privilegio tener a mi lado a un campeón del mundo en cuatro ocasiones, poder ver sus datos y lo que está haciendo en la pista, e intentar mejorar yo mismo aprendiendo de él", dijo Ricciardo.
"Me encantaría ser competitivo tan pronto como sea posible, pero iré paso a paso y aprenderé lo que pueda de Seb", dijo a finales de enero.
Si sabe cuál es su sitio en la jerarquía, el equipo tiene grandes esperanzas puestas en el joven australiano con una sonrisa constante y un optimismo sin fin.
"Creo que de verdad podría dar alguna sorpresa este año. Le va a llevar algún tiempo asentarse y evolucionar, pero al fin y al cabo es extremadamente rápido", dijo el director del equipo Christian Horner.
Webber, que ahora compite con Porsche en coches deportivos, también espera que su compatriota sea un buen rival para Vettel.
"Le irá bien", dijo el veterano australiano en la edición de marzo de la revista Britain's Motor Sport. "Creo que se lo pondrá realmente difícil a Seb en las calificaciones. Será un 50:50 el primer año, calculo".
"Saqué un poco de Seb el año pasado (...) Creo que Daniel estará bien, y claramente no le hará ningún daño pasar por el sistema de Red Bull. Sólo espero que tenga un mejor comienzo que el mío".
Las pruebas de pretemporada han sido difíciles para el campeón, con Vettel y Ricciardo acudiendo a Melbourne sin haber hecho un simulacro de carrera en condiciones con el coche nuevo.
Aunque las primeras carreras muestren al campeón en una situación comprometida, los rivales no esperan que la situación dure debido a los recursos de Red Bull y sus reservas de talento. Ricciardo se muestra confiado con tener la posibilidad de sobresalir.
"Si hacemos nuestros deberes aquí y en la fábrica, Red Bull comenzará la temporada en Melbourne con estilo - aunque probablemente no dominaremos tanto como el año pasado", dijo a la página web formula1.com durante el ultimo fin de semana de las pruebas finales de Bahréin.
/Por Alan Baldwin/