
Vuelve la Fórmula 1 a Europa. Barcelona abre las puertas del Viejo Continente para el Gran Circo y las cámaras ajustan sus objetivos para cazar las nuevas evoluciones del paddock. El secretismo envuelve a todos los equipos pero la tradición, se cumple: España volverá a ser el lugar donde todas las escuderías probarán sus últimas evoluciones. Y en 2010 la pregunta es sólo una: ¿Apostarán los equipos por el Conducto F?
Respuesta a la gallega. Ni sí, ni no. Es lo que la mayoría de los conjuntos responde cuando se les preguntan por si incorporarán este mágico artilugio, sucesor del Mass Damper, el Difusor Brown o el Kerrs como último campo de batalla de las modificaciones en los coches.
Su funcionamiento, "es sencillo de explicar, pero difícil de poner en práctica", Pedro Martínez de la Rosa. "Consiste en un conducto de aire que el piloto controla y que entra desde el habitáculo. Ahí, un 'tubo' redirige el aire al alerón trasero para que presione al coche contra el asfalto y gane en aerodinámica. Se nota y mucho", comenta el catalán.
Esta recolucionaria medida, polémica en un principio, se ha convertido en la principal obsesión de los equipos que intentan conseguir a marchas forzadas incorporarlos a sus coches con plenas garantías. "Lo malo es que apenas tenemos tiempo para entrenar y probarlo", afirma De la Rosa.
Ferrari deshoja su 'Margarita F'
Ferrari esperará hasta última hora para incorporarlo. En Maranello, Fisichela, tercer piloto del conjunto italiano, ha probado un mecanismo que llaman "sistema de gestión de aire para el alerón trasero" (eufemismo de Conducto F), que mejora la velocidad del monoplaza, pero que desequilibra ciertas partes básicas en el funcionamiento del coche.
Red Bull y Mercedes ya lo han dejado claro: no lo utilizarán en Barcelona por falta de tiempo para su desarrollo. Otros como Toro Rosso, lo rechazan de plano por los probelmas económicos que supone gestionar un artilugio así.
La fiabilidad es la clave
Entre tanto, la fiabilidad será la palabra más repetida en Montemeló. En Ferrari, porque sus últimos problemas con el F10 han alejado a Alonso de conseguir mejores resultados mientras continúan las rencillas con Massa ("el hecho de que haya dos pilotos latinos juntos aporta una motivación más grande", afirma), quien ha castigado mucho menos el motor.
La continuidad de De la Rosa en Sauber también puede depender, y mucho, de cómo responda su Sauber. Los fallos mecánicos que ha sufrido el veterano piloto sólo le han permitido terminar una carrera (fue 12º en Australia) y hacen que se disparen los rumores de una posible salida, que él mismo descarta, por ahora.
"En el deporte hablar de suerte suena a excusa, pero es que hemos tenido fallos mecánicos inexplicables. Si logramos esquivarlos, seguro que el rendimiento será mejor", el español sin sentenciar que esa misma suerte puede hacer que se caiga de la cuerda floja por la que camina en el equipo suizo.