Fórmula 1

Mosley dice que las escuderías no le obligarán a marcharse

LONDRES (Reuters) - El jefe de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley, dejó claro el martes que las escuderías y los fabricantes de automóviles no le obligarían a abandonar su cargo al amenazar con crear su propio campeonato de Fórmula Uno.

En una combativa carta a todos los miembros de la FIA, el presidente indicó que tenía intención de presentarse a la reelección del organismo.

"En las últimas semanas ha quedado cada vez más claro que uno de los objetivos de los equipos disidentes es que yo debería dimitir", dijo Mosley en una carta a la que tuvo acceso Reuters.

"No obstante, a la luz del ataque al mandato que me habéis encomendado, debo pensar si mi decisión original de no presentarme a la reelección fue la adecuada", indicó.

El consejo mundial de los deportes de motor de la FIA, compuesto por 26 miembros, debe reunirse en París el miércoles y uno de los principales puntos de su agenda es la amenaza de escisión en la Fórmula Uno.

Mosley, que superó diferentes llamamientos a dimitir el año pasado tras un escándalo por sexo sadomasoquista, había indicado tras una moción de confianza en mayo de 2008 que abandonaría el cargo en octubre.

"Depende de los miembros de la FIA y solo de los miembros de la FIA, decidir sobre su líder elegido democráticamente, no la industria del motor y aún menos los individuos que la industria emplea para dirigir a sus equipos de Fórmula Uno", indicó el martes.

ATAQUE DE LA ACEA

Ocho equipos de la Fórmula Uno, entre ellos Ferrari, han dicho que están preparando una nueva competición tras no resolver sus diferencias con la FIA sobre las normas del próximo año y un planeado límite presupuestario.

La Asociación de Equipos de Fórmula Uno (FOTA) escribió a los miembros del consejo mundial de los deportes de motor este mes pidiéndoles que intervinieran para "facilitar soluciones" en un movimiento que fue considerado un intento por esquivar a Mosley.

La Asociación Europa de Fabricantes de Automóviles (ACEA) también emitió un duro comunicado en el que concluía que "el actual sistema de gobierno (de este deporte) no puede continuar" y que la FIA tenía que revisar su constitución.

Mosley dijo que el comunicado de la ACEA era "un ataque contra el derecho de la FIA a regular el Campeonato Mundial de la Fórmula Uno y peor, es una crítica completamente injustificada y un reto directo a toda la estructura y propósito de la FIA".

"Ningún presidente de la FIA podría dejar pasar esto sin una respuesta", agregó.

Mosley agregó que la FIA estaba preparando acciones legales "en caso que sean necesarias para proteger los derechos de la FIA (...) y para desalentar a los equipos de Fórmula Uno disidentes de embarcarse en actividades ilegales".

Añadió que el catalizador de la crisis, la mayor en los 60 años de existencia de la F-1, fue la necesidad de reducir costes por la recesión mundial y asegurar la supervivencia de equipos independientes.

"Es extraordinario que en un momento en que los cinco fabricantes implicados atraviesan grandes dificultades financieras y dependen del dinero de los contribuyentes, sus equipos de F-1 amenacen con crear un campeonato paralelo que evite reducir los costes de la Fórmula Uno", añadió.

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