Es casi igual de práctico que una berlina tradicional, pero ofrece un diseño mucho más llamativo. El Serie 4 Gran Coupé es un regalo para la vista y, en el caso de esta versión 428i xDrive, enamora también al conducirlo. Un buen rutero, aunque algo caro y con un consumo elevado.
Ni coupé, ni cabrio, ni todocamino. Lo que hoy probamos es el Gran Coupé, que tiene mucho en común con todas esas variantes citadas de la Serie 4 y, también, con la Serie 3. Como BMW se ha empeñado en ponernos las cosas difíciles con la nueva nomenclatura de su gama, lo primero que debemos hacer es encuadrar al modelo que protagoniza esta prueba. El BMW Serie 4 Gran Coupé es una berlina de cinco puertas, que deriva directamente del Serie 4 Coupé de dos puertas -tienen la misma altura y anchura, de mitad hacia delante son el mismo coche-, aunque con mayores pretensiones.
Pero claro, resulta que el Serie 3 berlina, que tiene la misma plataforma que toda la saga 4, también ofrece esas dos puertas extra -el maletero, en cambio, no es portón-, unas medidas similares y su planteamiento práctico es parecido. Para colmo, el maletero tiene un volumen calcado de 480 litros.
Es entonces cuando resulta inevitable plantear las siguientes preguntas: ¿tiene sentido el Serie 4 Gran Coupé? ¿Era realmente necesario lanzarlo al mercado, existiendo en la gama BMW otra opción tan parecida? La respuesta es que sí, en la marca lo tienen claro. Resulta que esa estrategia de abrir nuevos nichos y subnichos funciona. Esto ya no es como antes, cuando uno llegaba al concesionario y tenía sota, caballo y rey para elegir. Hoy la cosa se ha llevado al extremo opuesto y si un comprador va buscando una berlina de tamaño medio, tiene un amplio abanico con muchos matices donde elegir.
Dicho todo esto, entendemos que el BMW Serie 4 Gran Coupé es el coche perfecto para todo aquél que busca una berlina de tamaño medio, cómoda y práctica, pero por encima de todo, molona. Es decir, ese toque coupé ofrece un plus en el apartado de diseño que resulta definitivo. La estética es su mejor arma, da igual que pierda un poco de espacio en las plazas traseras frente a un Serie 3, aquí lo realmente importante es que entre bien por la vista.
Y este sentido, los chicos de BMW se lo han trabajado a conciencia, porque el coche llama mucho la atención. Por la calle todos preguntan, la gente curiosea a su alrededor y esto nos hace pensar que, efectivamente, romper las reglas clásicas puede ser un acierto.
Reflexiones generales aparte, toca hablar de la unidad concreta que ha pasado por nuestras manos: BMW 428i xDrive Gran Coupé. La opción intermedia en el apartado de gasolina, con tracción total y cambio automático. A priori, una elección bastante equilibrada, que pasamos a desgranar por partes.
Un motor interesante
Poco a poco, BMW va diciendo adiós a sus motores de seis cilindros. En este caso lo que hay bajo el capó es un 4 cilindros sobrealimentado de 2 litros, que entrega unos generosos 245 CV. Su funcionamiento es suave y casi imperceptible cuando rodamos con calma, en parte gracias a que el cambio automático de 8 velocidades siempre elige una relación alta para que el propulsor gire muy bajo de vueltas. Pero esto no quiere decir que el motor ande poco o que sea soso.
Basta con dar un pisotón al acelerador para que cambie su personalidad por completo y nos regale un sonido bastante pasional unido a unas prestaciones realmente buenas. Por citar alguna cifra, es capaz de cubrir el 0 a 100 km/h en 6 segundos redondos. No está nada mal, como tampoco lo está su capacidad de recuperación, que permite realizar adelantamientos con mucha solvencia. Por cierto, con la tracción integral xDrive tenemos un plus de motricidad en todo tipo de firmes, que tomen nota los asiduos a las carreteras de montaña en invierno o los que den prioridad a la seguridad.
¿Alguna queja, entonces, sobre este motor? La verdad es que un consumo ligeramente más bajo no hubiera estado nada mal, ya que los 6,7 litros oficiales se convierten en 8 litros reales -o incluso unas décimas más- con mucha facilidad. Si se pisa con mimo el pedal derecho o se selecciona el modo 'Eco Pro' no hay sustos, pero cuando se conduce de forma despreocupada la cosa cambia.
Es un motor sensible al uso del acelerador que hagamos, esto hay que tenerlo en cuenta. Parte de culpa la tiene el sistema xDrive, que sube medio litro frente a un 428i de tracción trasera. En cualquier caso, esta configuración de motor, transmisión y tracción nos parece muy acertada para el Serie 4 Gran Coupé.
Dinámica y precio
En el apartado dinámico, el BMW 428i xDrive destaca por su tacto confortable, pero dinámico a la vez. Rodar en todo tipo de carreteras es un placer con este coche. Quizá no sea tan firme o deportivo como los BMW de antaño, pero lo cierto es que es muy equilibrado. Tanto, que podemos decir que es uno de los mejores ruteros que han pasado por nuestras manos. El tacto y la capacidad de absorción de la suspensión, la respuesta de la dirección e incluso la excelente insonorización del habitáculo, hacen que devorar kilómetros a bordo de este coche sea un auténtico gustazo.
Llegamos al final de la prueba y toca concluir. Nuestro BMW de esta semana es un coche bien terminado, con un toque premium palpable en su interior, además de cómodo, silencioso, y suave o rabioso según quiera el conductor? Pero algo más gastón de lo debido y, ya puestos, con un precio ciertamente elevado. Los 49.451 euros de partida suponen casi 4.000 euros más que en un Serie 3 equivalente. Si esta es la cantidad que hay pagar por un diseño coupé, desde luego es para pensárselo. Y si tenemos en cuenta el arsenal de equipamiento que llevaba nuestra unidad de pruebas, el precio se dispara -de largo- por encima de los 60.000 euros.
FICHA TÉCNICA
Motor: gasolina
Cilindrada: 1.997 cc
Potencia: 245 CV a 5.000 ? 6.500 rpm
Par motor: 350 Nm a 1.250 ? 4.800 rpm
Consumo mixto: 6,7 l/100 km
Transmisión: automática, 8 velocidades
Tracción: integral
Velocidad máxima: 250 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 6,0 segundos
Volumen maletero: 480 litros
Precio: 49.451 euros