Mégane Coupé-Cabrio: un paso más en cuanto a elegancia y espacio

En Renault confían que la salida al mercado de la nueva versión del Mégane haga aumentar considerablemente el ratio de ventas europeo en el segmento de los descapotables 'hard top'. Y con esta ya son seis las carrocerías de la familia Mégane. Se trata de un verdadero coupé con techo escamoteable, en 21 segundos podremos conducir a cielo abierto o cerrado, según nos interese.

Las mejoras, si lo comparamos con su predecesor, quedan patentes en aspectos como la mecánica, los acabados y la seguridad.

El conjunto de su diseño es elegante. El techo y la luneta son de color negro. La intención de Renault con ello, es que sea fácilmente identificable a simple vista ya que, por el color, recuerda al tradicional techo de lona de los cabrios. Es más grande que el del modelo anterior y el mayor de su segmento, casi 1 m2 de superficie de cristal y prácticamente sin serigrafía con lo que se logra una mayor sensación de amplitud. En todo momento, ya sea conduciendo en versión coupé como en cabrio, el cielo estará sobre nuestras cabezas. El día de la presentación, algo nublado y con temperatura primaveral, el sol no fue un problema a la hora de conducir en posición coupé, el techo cuenta con un factor de protección de 35 y una cortina que filtra los rayos solares. Habrá que esperar a la unidad de pruebas para comprobar si un día de caluroso de verano, esto no es suficiente y el techo de cristal se convierte en un problema.

Estética mejorada

Ha crecido 130 mm en longitud y 34 mm en anchura, lo que mejora la habitabilidad interior, aunque pudimos comprobar que la amplitud de las banquetas en las plazas traseras deja poco espacio para las piernas. Los detalles en cromado, tanto dentro del habitáculo como en el exterior y el alto nivel de equipamiento de serie que incluye, le colocan dentro de los vehículos de gama alta.

La capacidad del maletero en modelos con este tipo de carrocería suele quedar bastante limitada en posición cabrio, la del Mégane CC ésta es de 211 litros, un valor que ha crecido con respecto al modelo anterior pero que sigue siendo aún, menor que la de algunos de sus competidores, según Renault, podremos colocar en su interior tres maletas tipo cabina de avión. La capacidad total es de 417 litros en posición coupé.

Con el fin de mejorar el efecto cabrio, el parabrisas se ha acortado en 60 mm, medida que, además, mejora el acceso de los ocupantes al vehículo. Los asientos delanteros tienen un amplio recorrido en altura, con lo que se puede conseguir una posición más baja y evitar así las molestias del aire a altas velocidades.

El diseño del panel de instrumentos es diferente al del resto de las versiones de la familia Mégane, más analógico que digital y todas las funciones a la vista y accesibles para el conductor. Es ergonómico, elegante y deportivo. Como hemos señalado anteriormente, los detalles en cromado en las puertas, palanca de cambios y consola frontal, el ajuste preciso y acabado de todos los elementos, todo el conjunto interior, eleva la categoría de este modelo y le imprime un carácter premium.

Avances en seguridad

En esta tercera generación de Mégane Cabrio, la seguridad se ha visto aumentada con mejores técnicas y un aumento de los dispositivos. Incluye todos los instalados en el resto de carrocería más los específicos por su condición de cabrio. Como por ejemplo, los arcos pirotécnicos situados en las plazas traseras, su función es proteger a los ocupantes en caso de vuelco y forman parte del equipamiento de serie.

Uno de los cambios más significativos que se han hecho en cuanto a mecánica, es la renovación completa de la dirección asistida. La insatisfacción mostrada por los clientes del anterior modelo en este aspecto, llevó a Renault, incluso, a cambiar de proveedor. Es la misma que montan las versiones berlina y coupé. Esta dirección asistida eléctrica variable es mucho más precisa ya que adopta un captador de par inductivo cuatro veces más rápido que un captador óptico (0,6 ms contra 2,4 ms en el Mégane II Coupé-Cabrio).

El Mégane CC es más pesado que la berlina o el coupé, por lo que hubo que aplicar más rigidez a las suspensiones que compensaran el aumento de peso, la barra estabilizadora es alrededor de un 50% más rígida y el eje trasero es alrededor de un 25% más firme. Se ha ajustado el sistema de frenos y se ha reducido el ángulo de balanceo para conseguir una mejora en el confort de marcha.

La conducción durante la toma de contacto del nuevo Mégane CC, en términos generales fue positiva, la respuesta del motor es buena, suave y recupera fácilmente. Confort en marcha en posición cabrio y en posición coupé, sin ruidos aerodinámicos. La visibilidad trasera, y si no me falla la memoria, la mejor de entre todos sus competidores.

La oferta del nuevo Mégane CC en España será de un motor de gasolina de 130 CV y tres versiones diésel, de 110, 130 y 160 CV. La caja de cambios diseñada por el fabricante francés de doble embrague y creada específicamente para el motor dCi 110 también estará disponible en la carrocería cabrio. La novedosa EDC o Dual Clutch Transmisión de Renault tiene un doble embrague 'seco', que permite reducir los rozamientos, con lo que se reducen también el consumo, 5 litros mixto, y las emisiones de CO2, 130 gr/km, unos valores similares a los de una caja de cambios manual. Además, incluye un sistema de ayuda de arranque en pendiente.

Tabla de precios nuevo Mégane-Cabrio

Tce 130 Dynamique: 25.400 euros

Tce 130 GT Line: 26.900 euros*

dCi 110 Dynamique: 26.600 euros

dCi 110 GT Line: 28.100 euros*

dCi 130 Dynamique: 28.800 euros

dCi 130 GT Line:29.500 euros*

dCi 160 Privilege: 31.000 euros

*Próxima comercialización

De la anterior generación del Mégane Cabrio se vendieron 170.000 unidades en Europa. En España, han sido cerca de 20.000 unidades vendidas de Mégane II cabrio entre 2004 y 2009, llegando a alcanzar en algunos períodos el 30% de cuota de mercado en este segmento.

La planta de Douai, al norte de Francia, será la encargada de la fabricación del nuevo Mégane Coupé-Cabrio. Cualificar a los técnicos que se encargarán de la cadena de montaje del Mégane CC ha requerido 3.000 horas de aprendizaje para su especialización.