El concepto de Warehouse dentro del ámbito de las finanzas estructuradas es, según indica su propio nombre, el almacenamiento de un conjunto de activos con el propósito de titulizarlos con posterioridad. El Warehouse ha sido una técnica muy utilizada en los años previos al comienzo de la llamada 'crisis subprime'. El Warehouse permite a la entidad originadora de los activos una financiación 'puente' entre la concesión de préstamos (u otro tipo de activo) a los deudores y la financiación mayorista en los mercados de capitales.
De manera simplificada, el proceso habitual de un Warehouse es el siguiente: en primer lugar, la entidad prestamista concede una línea de financiación a un vehículo (Special Purpose Vehicle) especialmente diseñado para este propósito, y éste a su vez, otorga los fondos a la entidad prestataria final y originadora de los activos. Posteriormente, a medida que la entidad originadora concede nuevos activos (por ejemplo, préstamos), éstos son transferidos al vehículo. Es la llamada fase ramp-up del Warehouse. Finalmente, una vez que el volumen de activos alcanza un tamaño determinado, se procede a la refinanciación de la línea de Warehouse. Normalmente, la refinanciación se realiza a través de emisiones de bonos de titulización.