Operación que permite al cliente -frecuentemente una empresa, un comercio o un profesional- disponer de una cantidad de dinero para ajustar sus necesidades de liquidez, a cambio del pago de unos intereses. Se instrumenta a través de una cuenta corriente en la que el saldo inicial es el límite de la póliza firmada. Suele ser suscrita a corto plazo, siendo posible renovarla a su vencimiento. También es conocida como póliza de crédito.
Origen: Banco de España